NASI GORENG (Arroz frito indonesio)




Fotos; El Nasi con y sin huevo.

Nasi Goreng significa literalmente “arroz frito”, y es uno de los platos mas populares de la cocina indonesia.

Reconozco que esta receta lleva un puntito de mala leche. Si, poco pero algo. Lo digo porque en cierto sentido este post es una reacción contra el insufrible, omnipresente y cansino “arroz tres delicias” de los chinos de toda la vida…

En Asia, de Pakistán a Vietnam, y de Filipinas a Corea, cada país, cada región, tiene su propio arroz frito, salteado con los productos de su tierra, y condimentado de acuerdo con los gustos de sus gentes.

Nasi Goreng, Khao Pat, Com Trom… y así muchas docenas.

Quizá el Nasi Goreng sea uno de los mas conocidos dentro y fuera de Indonesia. Su peculiaridad es que combina dos sabores poderosos, dulce y picante.

Es picante porque suele cocinarse con guindillas o pasta de chiles. El dulzor se lo proporciona una salsa típicamente indonesia, el Kecap Manis. Salsa de soja dulce y muy espesa, preparada con azúcar de palma. Una cucharadita sirve para dar sabor y teñir de negro un plato. Es fácil de encontrar en establecimientos asiáticos.

Además se añade ketchup o salsa de tomate, y las verduras que se tenga a mano. Yo he empleado solo zanahoria, pero la col y las judías verdes suelen ser comunes.

He omitido el trassi, la pasta de gambas indonesias. Quería hacer una receta mas sencilla y totalmente vegetariana.

Quizá la peculiaridad del Nasi Goreng sea la forma en que se acompaña. Lo habitual es coronarlo con un huevo frito, y flanquearlo con satays (pinchos de pollo), rodajas de tomate y pepino y kerupuk. El kerupuk es el pan de gambas que ponen en los restaurantes chinos, esas galletas blancas o rosadas con ligero sabor a marisco…

Mi relación con el Nasi Goreng es un tanto ambigua. Me encanta, eso seguro, y recuerdo haberlo comido por primera vez hace muchos años, en el restaurante Bali en Madrid.

Pero por otro lado me trae recuerdos de mis primeros viajes por la isla de Flores, cuando el nasi goreng y el ayam goreng eran la base de todas las comidas de todos los días. Un viaje lleno de incidentes, amenazas, escapadas y arroz frito…

Me quedo con lo bueno. Sigue gustándome mucho.

La receta es una versión de varias que he probado, pero es un homenaje a Santika, el cocinero indonesio de la Isla del Tesoro que me la proporcionó amablemente. Gracias.

Dos cosas antes de finalizar, LAS DOS REGLAS DE ORO DEL ARROZ FRITO;

1- Cueza el arroz al vapor. Es decir lávelo antes de cocerlo, pero nunca después.

2- Lo mas importante, cocine este plato con arroz cocido ENFRIADO, de ese modo no se pegará y se convertirá en un engrudo incomible.

Ingredientes;

1 taza de arroz de grano largo, preferiblemente jazmín. Hervido y enfriado
2 cucharadas de chalotas picadas
1 ajo picado
1 cucharada de zanahorias picadas
1 cucharada de tomate frito casero o ketchup
1 cucharada de salsa de soja clara (o más, puesto que no se suele usar sal)
1 cucharadita de kecap manis
1/2 cucharadita de chili paste o el picante que desee
Pimienta negra
1 cucharada de cebolleta picada, la parte verde

Acompañamientos

1 huevo frito por persona
2-3 satays (pinchos de pollo a la parrilla)
Unas rodajas de tomate
Unas rodajas de pepino
3-4 galletas de gambas fritas


Preparación,

En una sartén honda o wok ponga un par de cucharadas de aceite. Saltear las chalotas, el ajo y la zanahoria hasta que estén tiernas y doradas.

Añada el arroz y mezcle.

Sazone con el tomate frito, las salsas de soja y la pasta de chile. Mezcle bien y saltee sofriendo el conjunto.

Rectifique de sal, pimienta, picante o soja. Añada la cebolleta, mezcle y retire.

Emplee un pequeño cuenco como molde, llénelo de arroz y emplátelo.

Encima del arroz ponga un huevo frito, y a los lados los satays, tomate, pepino y pan de gambas.

Que rico!

SADHYA, COMER EN UNA HOJA DE PLÁTANO



Fotos; Una bien surtida "sadhya" (esta foto no es mía, gracias), y un tamil comiendo en una hoja. Little India, Singapur, 2006.

Desde hace milenios las gentes del sur de la India han comido sobre una hoja de plátano, una tradición que en las ocasiones especiales se llama “Sadhya”.


Esta costumbre, ecológica, económica e higiénica, esta siendo desgraciadamente desplaza por el plástico.

Comer en una hoja de banano tenía una doble función, practica y ritual. En una comunidad tan jerarquizada como la sociedad de castas surindia, el "vazhaillai" (la hoja de plátano) y la colocación de los alimentos en ella representaban una verdadera carta de presentación. Gracias a ella se podía saber la casta, el origen e incluso el pueblo de procedencia de cada invitado.

Normalmente el arroz (con una generosa cucharada de ghee) y los panes se sitúan en la parte central inferior, cerca del comensal. Arriba, a la izquierda yogurt, sal, chutneys y encurtidos, en el centro algunos vegetales fritos, plátano, yuca o vadai (galletas de lentejas).

La parte superior derecha se reserva para los platos fuertes, normalmente curries vegetales, alternándose guisos secos y con salsa. Calabaza amarga, okras, zanahorias, col, berenjena, y por supuesto "avial", “sambar” y “rasam”…

Y por último, abajo a la derecha, un poco de “payasam”, el delicioso arroz con leche y frutos secos, típico de la cocina tamil. Las comidas terminaban con una fruta y un poco de nuez de areca.

Cuando el comensal se sienta a la mesa, un camarero pone delante suyo una hoja de banano recién cortada y un vaso de agua para lavarla con cuidado. Después le comienzan a servir todos los alimentos, ofreciéndole más cada vez que los va terminando. Después de finalizar se dobla la hoja y se tira.

Afortunadamente, aunque la tradición vaya desapareciendo, existe un poderoso “revival” de la misma. Los restaurantes llamados genéricamente “banana leaf” florecen, y en las comidas festivas y tradicionales las hojas de banano siguen ocupando su lugar.

Personalmente creo que es una hermosa tradición. Cada vez que he tenido la suerte de comer en una "vazhaillai" he disfrutado mucho, en Kerala, Colombo o Singapur. Después de comer he tirado mi hoja, sabiendo que todo vuelve a la madre tierra sin perjudicarla.

LO QUE SABEMOS


Foto; Budas gigantes de Gal Vijara. Polnnaruwa, Sri Lanka. (La foto no es mía, pertenece a Allposters.es, gracias)


"No sé a donde voy, pero sé con quién voy.

No sé donde estoy, pero sé que estoy en mí.

No sé qué es Dios, pero Dios sabe lo que soy.

No sé lo que es el mundo, pero sé que es mío.

No sé lo que valgo, pero sé no compararme.

No sé lo que es el amor, pero sé que gozo tu existencia.

No puedo evitar los golpes, pero sé como resistirlos.

No puedo negar la violencia, pero puedo negar la crueldad.

No puedo cambiar el mundo, pero puedo cambiarme a mí mismo.

No se lo que hago, pero sé que lo que hago me hace.

No se quien soy, pero sé que no soy el que no sabe."

KUKUL MAS KARIYA (Curry de Pollo Srilankés)


El curry de pollo es uno de mis platos favoritos. En cualquiera de sus variedades y estilos. Cuando era pequeño era el único plato de “aire” asiático que mi madre cocinaba. A su modo, como un guiso casero, pero con un sabor a especias desconocido, rico y evocador.

Llegue a Sri Lanka en el momento oportuno. Acababa de comenzar un proceso de paz en la isla, y se vivía un aire de renacimiento y esperanza. Yo también estaba en proceso de paz, conmigo mismo y mis naufragios.

Así que en seguida me sentí a gusto, en casa, feliz.

Las mañanas de calor salía a comer fuera, buscando restaurantes y probando la comida típica srilankesa. Siempre que comía “rice & curry” lo acompañaba con este plato.

El curry de pollo srilankés tiene muy poco que ver con sus homónimos indios, incluso con los de Kerala y Tamil Nadu.

Se cocina con leche de coco, polvo de curry tostado y tres hierbas frescas muy particulares, el lemon grass, la rampa y las hojas de curry.

El lemon grass y la rampa son típicos en las cocinas del sudeste asiático, pero nunca se encuentran en India. La rampa se conoce como hoja del pandanus, y es una planta tropical, de hojas alargadas y profundamente aromáticas. Su uso más común es en repostería.

La hoja de curry, o karapincha, es la base de la cocina de Sri Lanka, a la que aporta su sabor característico. Las hojas se fríen en aceite caliente o se añaden al guiso dándole un gusto realmente peculiar.

Hoy día es posible encontrar las 3 plantas en los establecimientos asiáticos, aunque normalmente congeladas o secas.

En el polvo de curry tostado las especias se pasan por la sartén antes de molerlas, dando como resultado una especia de color chocolate y aroma mucho más intenso.

En Sri Lanka cada cocinero o ama de casa prepara este plato de modo único. Algunos son líquidos y de ardiente color rojo, otros cremosos y casi negros, aunque todos comparten una característica común, son tremendamente picantes…

Durante mis meses en la isla conseguí muchas recetas diferentes. Esta pertenece a la señora Maheswaree, la cocinera del embajador de la Union Europea en Sri Lanka. Es tamil, de Colombo, y muy amable y sonriente. Una mañana, charlando de cocina y de otro montón de cosas, preparó esta deliciosa receta para mí.

Bohoma stutti!

Ingredientes;

Marinada

2 cucharadas de salsa de soja clara
1/2 cucharadita de pimienta negra
Sal
El zumo de 1/2 lima


4 contramuslos de pollo, sin piel y limpios de grasa
1 cucharadita de fenogreco
1 cucharadita de granos de mostaza
1 cucharadita de comino en grano
1 cebolla roja mediana muy picada
1 tallo de lemon grass (hierba limonera o limoncillo)
15 hojas de curry
1 trozo pequeño de rampa
2 ajos triturados
1 cucharadita de jengibre picado
2 cardamomos abiertos
1 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de chile en polvo (opcional)
1-2 cucharadas de polvo de curry sin tostar
1 tomate maduro grande, pelado y cortado en trozos
1 taza de leche de coco
1/4 taza de crema de coco
Sal
Aceite vegetal


Preparación;

Marinar el pollo al menos una hora con la soja, el zumo de lima, sal y pimienta.

En una cazuela poner un par de cucharadas de aceite y añadir el fenogreco, comino en grano y mostaza. Dejar unos 20 segundos.

Añadir la cebolla, las hojas de curry, la rampa y el lemon grass. Dorar hasta que este tostado, y en este momento incorporar el ajo y el jengibre. Tener cuidado que no se queme.

Incorporar el pollo y saltearlo para que quede bien bañado por el sofrito. Que se dore ligeramente.

Ahora ponemos la cúrcuma, el chile, el polvo de curry y los cardamomos. Mezclamos bien.

Echamos los tomates a la cazuela y revolvemos, haciendo una salsa.

Cuando este todo bien sofrito mojamos con la leche de coco y dejamos, tapado, unos 20 minutos a fuego suave. Si quedara seco añadiremos más leche o agua.

Cuando este casi cocida la carne vertemos la crema de coco y lo mantenemos hasta que la salsa reduzca un poco.

Rectificar de sal y servir caliente con otros curries y mucho arroz basmati.

COMIENDO EN LOS TRENES DE SRI LANKA



Foto; Un viaje en tren. Sri Lanka, 2007.

Si hay algo que nunca me pierdo, cuando estoy en Sri Lanka, son los viajes en tren.

Siempre procuro hacer al menos uno. Las líneas, los coches, las estaciones y las maquinas son antiguas, destartaladas y un poco renqueantes. Y eso es parte del encanto, la lentitud. Largas paradas en los andenes, altos en mitad de la selva, detenciones en remotos apeaderos…

Da tiempo a tantas cosas.

Suelo viajar de Kandy a Nuwara Eliya, apenas 80 kilómetros. 5 horas.

El tren sube tosiendo las primeras pendientes, y tras las últimas casas comienza la selva. Después los montes despejados, tapizados de té, cascadas, mujeres que trabajan en las factorías, pueblitos minusculos.


Foto; Madre e hija musulmanas. Sri Lanka, 2007.

Comienzo leyendo, y después río con algún chiquillo, saco el cuerpo por la puerta abierta, bromeo con los estudiantes y trato de entablar conversación con dos chicas de ojos negros y brillantes.

Comienzan las paradas y esto hace aumentar el hambre de los pasajeros. Los vendedores se agolpan junto a las ventanillas. Ofrecen piña con sal y chile, cacahuetes tostados, pedazos jugosos de mango. Otros traen bebidas, o frutas encurtidas en vinagre y guindillas.



Foto; Vendiendo frutas picantes. Sri Lanka, 2007.

Por el pasillo ya vocean su mercancía. “Isso, isso, isso vadai!”, “Parippu, parippu, parippu vadai!”. Corretean arriba y abajo ofreciendo galletas de lentejas y gambas aceitosas acompañadas de chiles fritos. Las madres compran algunas para su criaturas y pagan unas pocas rupias por dos vasos de plástico con té y leche.



Foto; Maní! Sri Lanka, 2007.

El tren vuelve a toser y casi se desarma cuando arranca de nuevo. Gampola, Ulapane, Nawalapitiya, Hatton… El día esta claro, y a la derecha se recorta “Adam,s Peak”.

A estas horas los estudiantes, los niños, las madres, he incluso las dos chicas de ojos negros y brillantes, son casi de la familia. Nos conocemos, tratamos de pronunciar nuestros nombres, y nos reímos de cualquier cosa.



Foto; Desconocidos? Sri Lanka, 2007.

3 horas y todo el mundo abre sus bolsas. Envueltas en papel de periódico las viandas comienzan a hacer su aparición. El vagón huele a guindillas, a leche de coco, a especias. La algarabía se calma, el murmullo se atenúa.

La familia que se sienta frente a mi me mira con ilusión mientras me ofrece su almuerzo. Stringhoppers, curry de pescado seco, y acchar de mango. Ummmh, creo que no voy a decir que no, no podría decir que no. Y todos comemos con las manos y seguimos nuestra conversación torpe y amable.


Foto; Esperando. Sri Lanka, 2007.

Hace frío cuando llegamos a Nanu Oya, mi estación. Me despido de tanta gente y, con el estomago lleno, comienzo a buscar algún transporte que me acerque a Nuwara Eliya.

Viajar y comer en los trenes de Sri Lanka.

TOM YAM KUNG (Sopa Thai de Gambas)





Foto; Los ingredientes y la sopa.

Esta es una de mis recetas asiáticas preferidas. Acabo de preparársela a mis amigos y les ha encantado. Es fácil, rápida de preparar, fresca, picante, deliciosa…

La sopa Tom Yam es uno de los platos mas populares de la cocina Thai, dentro y fuera del país.

El Tom Yam es una sopa de gambas, picante y agria, preparada con setas, guindillas y muchas hierbas frescas.

En Tailandia la sopa no se sirve como un primer plato, sino que acompaña al resto de la comida, y suele comerse con arroz.

Nuestra "relación" se remonta a mis días en Sri Lanka. Muchas noches íbamos a cenar a un restaurante tailandés llamado Siam House. Preparaban una comida deliciosa y extremadamente picante. Solíamos pedir esta sopa, y la comíamos encantados, con una mezcla de respeto por la delicia y miedo por lo ardiente de su sabor.

Al día siguiente el resultado era siempre el mismo… El estomago rugía y pedía cuentas por los excesos del día anterior. Y aun así siempre volvíamos…

Solo hace unos años esta sopa era imposible de preparar en España. Hoy en día las cosas han cambiado y la mayoría de los ingredientes son fácilmente accesibles en los supermercados orientales.

Os cuento algo de los ingredientes mas “raros”…

Lemon grass; también llamado en castellano esquenanto, o mas comúnmente limoncillo o hierba de limón. El lemon grass es un tallo de base bulbosa, con un profundo aroma a cítricos. Es posible encontrarlo congelado, y solo raramente fresco.

Hojas de lima Kaffir; Son las hojas de una subespecie cítrica, el makrut, una lima de piel rugosa y gusto amargo y ácido. Son sus hojas las que tienen verdadero valor culinario, especialmente en los países del sudeste asiático, donde se emplean en sopas y curries. Igual que el lemon grass es posible encontrarlas congeladas.

Galanga; Es un rizoma de aspecto similar al jengibre. Tiene sin embargo un gusto mas pronunciado, mezcla entre jengibre y pimienta. En España es muy difícil de encontrar. Yo solo lo he encontrado seco. Sin embargo este no es un buen sustituto, y su gusto es algo así como añadir un trozo de madera a sus platos… Sustituya la galanga por jengibre, y esperemos a que esta raíz llegue a nuestros mercados…

Salsa de pescado; Esta salsa es básica en las cocinas indochinas y tailandesa, donde se la conoce como nam pla. Se prepara fermentando pescado en salmuera. Su sabor es muy fuerte, incluso desagradable, pero no se eche atrás, porque el olor se ira cuando este cocinada. Recuerde que esta salsa se emplea en lugar de la sal.

Chili paste; Otra especialidad del sudeste asiático. Se prepara de muchas maneras, pero básicamente con chiles, frescos o secos, soja y azúcar. Es fácil de encontrar en tiendas orientales.

La sopa es realmente fácil de preparar. Yo lo hago en apenas 4-5 minutos, para evitar que los sabores frescos, a hierbas y cítricos desaparezcan.

Tenga por tanto todos los ingredientes troceados y a mano, caliente el caldo y vaya añadiendo por orden los ingredientes.

Una última cosa, yo definiría el plato como “una sopa con muchas cosas que no se comen”… Quiero decir que ni la galanga, ni las hojas de lima, ni el lemon grass se comen…


Ingredientes (para 1 persona);

300ml. de caldo de pollo (enriquecido con el agua de remojar las setas)
3 gambas grandes. Desvenadas y peladas, pero conservando la cabeza y la cola
2-3 setas. Normalmente se usan setas similares a las de cardo, pero yo he empleado 2 siitake secas. Por la textura y el sabor mas pronunciado. Si usa siitake remójelas en agua hirviendo hasta que estén tiernas. Luego retire el pie de la seta, partalas en dos y mezcle el agua de remojar con el caldo.
1 tallo de lemon grass troceado
3 hojas de lima kaffir
4 rodajas de jengibre
1 guindilla verde (bird,s eye) troceada
1 cucharada de salsa de pescado
1 cucharadita rasa de azúcar moreno o de palma
1 cebolleta troceada
2 cucharadas de zumo de lima
1 manojo de cilantro fresco picado
1/2 cucharadita de “chili paste”
2 cucharadas de crema de coco (a veces se emplea leche evaporada, pero yo soy muy poco partidario de los productos lácteos, así que…)
3 rodajas finas de chile rojo para decorar


Preparación;

Caliente el caldo y déjelo hervir suavemente.

Añada el lemon grass, lima kaffir, jengibre y chile. Déjelo 1 minuto.

Sazone con el azúcar y la salsa de pescado e incorpore las gambas, setas, cebolleta, y chili paste. Deje un par de minutos o hasta que las gambas estén rosadas.

Por último ponga el zumo de limón, crema de coco y cilantro picado. Dé un par de vueltas y apague el fuego.

Decore con las rodajas de chile rojo, y sirva bien caliente con arroz y un par de klenex para llorar…


GUSANOS EN EL RINJANI


Foto; "Gusanos de la mantequilla".

Son las faldas del volcán Rinjan, en la isla indonesia de Lombock.


Foto; El imponente crater del Gunu Rinjani, Lombock, Indonesia.

Unos porteadores han recogido un tronco grande, podrido, hinchado por las lluvias.

Y allí, a machetazos, lo desintegran para sacar algo de su interior.

Son unos hermosos gusanos de la madera. Muchos. Grandes como un dedo, suculentos, sabrosos.

Gusanos de mantequilla los llaman. Parece que son mantecosos y de carne sabrosa.

“Los coméis crudos”, les pregunto… Me miran extrañados. “No, claro que no…”

Esa noche freirán guindillas, chalotas, ajos y jengibre, y saltearan los gusanos entre la expectación de una decena de porteadores, que se relamen esperando el festín…

En Asia todo se come.

MOMOS (Empanadillas vegetales tibetanas)




Foto; Unos momos en todo su esplendor. Antes y despues de cocerse. Bonitos, no...

Empiezo con una de mis mas queridas recetas, los momos.

Los momos son el plato típico del Tibet. Unas humildes empanadillas parientes cercanas de los mantis, gyozas, jiaozis o buuz de otras partes de Asia. Se preparan al vapor o fritas, con un relleno vegetal o a veces de carne de búfalo o pollo. Al XIV Dalai Lama le encantan de espinacas y queso fresco. Ummmh…

Me gusta su nombre, sonoro y redondo, momos… y también me gusta curiosear en Katmandú, entre los vendedores callejeros, que preparan cientos a la vez en enormes vaporeras metálicas.

Siempre tengo la sensación de poder comerme docenas...

Para mi esta receta tiene un gusto especial. Cuando viajo a Nepal con grupos pasamos las dos primeras noches en Bhaktapur, uno de los lugares mas bellos que conozco.

Esa primera noche, cansados del viaje, siempre voy a comprar momos y mucho acchar de tomate picante. Es el primer contacto del grupo con la cocina local. Nos sentamos en la Bhadgaon Guest House, ante el Natyapola y comemos momos con cerveza Everest.

Siempre lo recuerdo como una sensación irreal, de belleza y felicidad difícil de describir. “Hola Nepal, he vuelto. Soy yo, el mas humilde de tus enamorados”…

La receta proviene del restaurante Vía Vía, en Katmandú. El último octubre su cocinero me dio unas clases de cocina divertidas y útiles. Cociné momos, aloo tikki, ensalada de cacahuetes y pakoras… que rico!

El relleno es vegetal, pero puede probar con carne, queso panner, o algo similar a las samosas, con patatas y guisantes especiados.

Este post esta dedicado a Ades, el cocinero de La Isla del Tesoro. Gracias por tu cariño y tus sonrisas, maestro.


Foto; Unos momos con acchar, preparados para ser comidos...

Ingredientes;

Masa;

3 tazas de harina de trigo o cebada
1 cucharada de aceite
1 taza de agua
1 pizca de sal
Preparar la masa es laborioso y es necesaria bastante practica. Así que lo mejor es comprarla en un establecimiento asiático. Tened cuidado no confundiros con la masa de wantan, que es cuadrada y de color amarillo. La masa de momos es redonda y de color blanco.

Si quereis prepararla vosotros mismos normalmente se usa harina de trigo o cebada y agua. Se amasa (unos 10 minutos) hasta formar una masa elástica que no se pegue. Se deja reposar 1 hora. Se vuelve a amasar.

Después se forma una salchicha alargada y se van partiendo canicas de masa. Cogemos una de estas bolas y le damos forma de un pequeño disco con la mano. Después con el rodillo la aplanamos, dejando siempre el centro con un poco mas de grosor.



Foto; Preparando la masa.

Relleno;

1 taza de vegetales picados muy finos (coliflor, zanahoria y judías verdes, los 3 blanqueados). Puede poner los vegetales que mas le gusten
1/2 patata cocida y hecha puré
2 cucharadas de cebolla picada
1 cucharada de cebolleta (la parte verde) picada
1 cucharadita de ajo muy picado
1 cucharadita de jengibre muy picado
2 cucharadas de cilantro fresco picado
1/4 (o 1/2…) cucharadita de cada una de estas especias, comino molido, cúrcuma, coriandro molido, chile en polvo, pimienta blanca, garam masala
1/2 cucharadita de curry en polvo (o si tuviera “momo masala”…)
1 cucharada de aceite
2 cucharadas de salsa de soja clara
Sal


Preparación;

En una sartén sofreír la cebolla y la cebolleta ligeramente. Añadir el ajo y el jengibre y dejar un par de minutos. Retirar del fuego y añadir el resto de ingredientes. Mezclar bien hasta formar una pasta untuosa y bien ligada. Reservar hasta que se enfríe.

Pruebe el relleno y decida si necesita mas sazón o especias.

Ahora rellenamos los momos. Es importante no poner demasiada masa en cada uno o se abrirán. Sujete en la palma de su mano una hoja de masa y ponga en el centro una cucharadita de relleno. Ciérrelo bien, sellando si fuera necesario los bordes con algo de agua. Es importante que el momo este bien cerrado, solo así conseguirá una empanadilla jugosa.

Existen muchas maneras de cerrarlos. Para conseguir la forma de media luna, como los de la foto, hay que ser un verdadero experto… yo lo intente hacer 100 veces y solo conseguí un churro… pruebe o ciérrelos como una empanadilla tradicional. Por cierto, te acuerdas de los “ha kao” que preparé hace meses… es una buena opción.

Mientras repite la operación con el resto de masa, conserve los momos ya preparados bajo un paño húmedo, así no se secaran.

Puede freír los momos. En ese caso simplemente caliente aceite abundante en una sartén y vaya friéndolos por tandas hasta que estén bien dorados.

Para hacerlos al vapor engrase el fondo de una vaporera. Vaya situando momos de manera que no se toquen y estén bien cómodos. Así prevenimos que se peguen unos a otros.

Cierre la vaporera y situela sobre un cacharro con agua. Es importante que el agua NUNCA toque el fondo de la vaporera. Cuando el agua hierva cocine los momos entre 5-6 minutos.

Sírvalos calientes con alguna salsa picante. Un acchar de tomate es lo mejor…

5 RECETAS



5 recetas emblemáticas de las cocinas de Asia. Eso es lo que pretendo ofreceros los próximos días. Es un pequeño regalo de cumpleaños por este 1er aniversario.

5 de mis platos preferidos, relacionados con alguna historia divertida o emotiva de mis viajes. Bien porque su sabor me transporta a momentos felices, o quizá porque lo comí 1000 veces durante un viaje duro y alegre…

Estos serán los platos, aunque no se los días exactos ni el orden en que los publicaré. Ah, también puede ser que incluya alguna otra cosa entre medias…;

- Momos (Empanadillas vegetarianas tibetanas)

- Tom Yam Kum (Sopa de gambas thai, agria y picante)

- Goi Cuon (Rollos frescos vietnamitas)

- Kukul Mas Kariya (Curry de pollo srilankés)

- Nasi Goreng (Arroz frito indonesio)

Que aproveche!

1 AÑO



Foto; A la salida del colegio. Colombo, Sri Lanka, 2004

Parece mentira. Hoy hace un año.

Un año desde que escribí las primeras líneas en este blog de cocina asiática.

Enhorabuena y gracias. Gracias a tod@s los que me habéis visitado, dejado comentarios, leído, cocinado, criticado, emocionado. Gracias de corazón.

Ha sido un año largo. He dejado muchas cosas en el camino y he ido recogiendo otras tantas.

He viajado y he aprendido cuanto he podido. He conocido gente humilde, he visitado sus casas, he cocinado con mujeres llenas de dulzura, y como siempre he caído en la cuenta de lo evidente; el mundo esta lleno de amor y de belleza.

Sigo adelante, desde esta pequeña trinchera, cocinera y asiática.

Mis deseos para el nuevo año siguen siendo los mismos. Compartir, expresar, curiosear, conocer, y como diría David, "cambiar el mundo de forma consciente"...

A tod@s gracias. Nos encontramos en el camino.

Alex – Guru Masala

UN PUESTO CALLEJERO DE HA NOI



Me encanta comer en la calle en Vietnam. Sentarme sin prisa, en un taburete de plástico, y pedir una cerveza.

Sacar mi cuaderno y comenzar a tomar notas observando el mundo, mientras doy sorbos de cerveza tibia.

La cocina, ya la veis, es perfecta. Ni sobra ni falta nada. Tiene dos fuegos sobre un hornillo de barro, varios woks bien curtidos, bombonas de gas, bolsas con alimentos, una vaporera para el arroz.

Y falta lo que no se ve. Mesas y sillas minúsculas, de plástico barato y viejo, botellas con salsas, recipientes con palillos de bambú, servilletas de papel de estraza, y el público. Clientes abigarrados y dispares, porque todo Vietnam come en la calle, en estos tenderetes. Colegialas, mujeres que llegan del mercado, oficinistas que toman Bia Hoi y sorben ruidosamente un Pho Bo.

Comida económica y abundante, fresca, recién hecha y deliciosa.

Y yo sigo allí, prendido a sus ruidos y sus olores, tomando notas, sonriendo y dando pequeños sorbos de esa cerveza Ha Noi que ya se ha vuelto caliente.

DESDE EL ARTICO


Feliz año! Siento no haber escrito estos días, pero he estado trabajando un poco.
He pasado la nochevieja en el ártico, en la Laponia finlandesa.
Ahora estoy en Dublín, asi que puedo volver a escribir. Un abrazo a tod@s,
Feliz año!
Alex