INV(F)IERNO EN HANOI


Foto; Frío de c... en el mercado de Dong Xuan

Hace ya varios días que llegué a Hanói.
Tenía muchas ganas de volver a esta ciudad que me fascina totalmente.

Salí de Madrid con una ola de frío. Desde las cristaleras de la T4 me despedí de las torres de la Castellana, de la sierra nevada y de las cuestas frías de Paracuellos.
Estaba loco por dejar atrás el invierno mesetario, que, desde que perdí mi abrigo no se donde, se me había hecho muy cuesta arriba.

Así que me planté en Hanói con ropa de trópico. Solo para darme cuenta de que aquí, ahora, es invierno cerrado, y que sus calles más parecen la Manchuria profunda que ningún lugar exótico...

2 camisetas de manga corta, 2 de manga larga, una chupilla, una gorra y mi pañuelo camboyano. Así he pasado ya una semana. Sin parar de tiritar, porque aquí todo está vuelto hacia la calle. Se come en la calle, se bebe café, con hielo, a ras de acera, se cena entre los adoquines, se toman las birras, frías, sobre el pavimento...
Así que tengo la impresión de que toda la ciudad esta aterida, caminando con bufandas y gorros, y sin parar de castañetear...

I will survive.
Tengo por delante 100 días de viajar hacia el sur. Así que llegarán jornadas más templadas. Y algunas seguro que muy sofocantes...
En breve os cuento algunas cosas ricas que se pueden comer por aquí.

Queda alguien por aquí... Gracias!