LITTLE INDIA en MADRID



Hace tiempo que no paseo por Lavapies, así que decido darme una vuelta por el barrio.

Me encantan sus calles empinadas, sus casas viejas, el sabor al Madrid de otros tiempos.

Cuanto ha cambiado el barrio. De ser el lugar mas “castizo” de la ciudad ha pasado a convertirse en el mas multicultural. Un puchero donde caben todas las razas, lenguas y colores.

Las viejas tiendas, las panaderías, los bares, las almonedas cierran sus puertas y abren locutorios, bazares y restaurantes.

En medio de este abigarramiento se encuentra el lugar “mas indio” de Madrid.

Bajo por la calle Jesús y Maria, entre grupos de marroquíes y subsaharianos. Aun no hay rastro de mis amigos indios.

Todo cambia en la confluencia de esta calle con la de Lavapies. Este es el punto álgido de su comunidad.

A mi izquierda el videoclub Bollywood y el Bangla Telecom, y luego 3 tiendas seguidas de alimentación asiática y comida Halal. Solo el bar El Jamón resiste en medio de ellos.

En el numero 43 un sitio que no conocia, “Indian Kabab y Byriani House”, ofrece comida rapida, kababs, y arroces especiados.

En la acera de enfrente los restaurantes indios ganan por goleada. Entre el 40 y el 48 abren sus puertas el Baisakhi, el Lavapies Shapla, el Anarkoli Special Tandoori y el Rani Mahal…

Terrazas que aprovechan el fin del verano madrileño y grupos de chicos jóvenes que comen pappadams con raita. Las cartas de la mayoría de restaurantes son muy similares. Platos norindios, kormas, rogan josh, vindaloos, aloo gobi, pakoras…

Cruzo la plaza de Lavapies, entre grupos de inmigrantes, niños que juegan, policías municipales y camellitos. En el numero 5 un camarero bangladesí limpia las mesas de Mister India.

Sigo camino por las calles Amparo y Miguel Servet. En la esquina una frutería oriental bastante buena. Subo por Amparo y en el 81 un fuerte olor a cardamomo y clavo me hace detenerme. Es Royal Bangol, un colmado grande lleno de sacos de basmati, harina atta, y sobres de especias. Ummmh, cierro los ojos y me siento transportado a algún lugar lejano, entre Lahore y Varanasi…

En Tribulete me cruzo con una pareja shik y con un grupito de mujeres indias que vuelven de la compra. Mas tiendas, y en los anaqueles cocos, jengibre, limas, calabazas amargas y sonrisas lejanas.

Unos pasos hasta la calle Argumosa, el paseo marítimo de Lavapies. Poco movimiento indio, hasta que en la esquina de la calle Doctor Piga me detengo. Un sonriente pakistaní vocea “indian food, tandoori, indian food”.

Tres restaurantes seguidos, el Fantástico, el Maisha y el Super India. Terrazas y la clientela habitual de Lavapies.

Vuelvo para casa por la calle Ave María, las fachadas del Preity Raj, el Delhi Palace, el Moharaj o el Bombay Palace no llaman mi atención.

En Ministriles dos equipos juegan al fútbol en la calle. Los senegaleses van ganando a los argelinos.

Me siento en Lavapies en otro barcito indio.

Una caña de Mahou bien fría y unas samosas crujientes y suavemente especiadas.

Estoy en el corazón de Madrid, en Little India…

Psdt; si alguien tiene recomendaciones o conoce sitios con buena comida india estaría bien que dejarais un comentario. Sería útil para tod@s. Gracias.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Hola!

Acabo de descubir tu blog. Tiene muy buena pinta!!

Yo llevo unos cuantos años ya yendo al Moha Raj (C/ Buenavista, 42, y han abierto otro en la calle Ave María). A mí es el que más me gusta de todos los que he probado en Madrid, incluso a los que teóriamente deberían ser superiores (Annapurna, Tandoori Station, etc.). Además, su dueño, Abdul, es siempre muy amable y atento.

Un saludo,

Javier

Guru Masala dijo...

Hola Javier,

muchas gracias por tu recomendacion.

Espero visitar en breve al señor Abdul.

Ya te contaré,

un abrazo,

Alex