Palabras como “tendencias”, “estilismo” o “maridaje” no nos hacen más sabios como especie. En general nos sumergen en un mundo de superficialidad y tontería que nos hace mucho mal. También nos hace que pensemos que lo antiguo es eso, antiguo, y que no sirve para nada. Nosotros también seremos viejos un día...
Dicho esto. Las ollas de barro son uno de los primeros utensilios con los que los seres humanos hemos cocinado. En muchas partes del mundo aún son inmensamente populares, y muchas recetas tradicionales no se entenderían si no son cocinadas en ellos. No son un capricho, igual que no lo es preparar arroz en una paella.
Asia es, quizá, el lugar donde más recetas se siguen cocinando en pequeñas olla de barro; pollo con arroz, panceta en rojo, noodles de celofán con gambones, “san bei ji”, “ayam pongteh”, los braseados vietnamitas...
Foto; La primero foto es uno de mis "claypots". Lo amo.
Cocinar en olla de barro es un asunto lento y paciente, pero los resultados son increíbles. Los alimentos se cocinan sin prisa, a una temperatura uniforme, desarrollando un sabor caramelizado y ahumado, y consiguiendo una jugosidad que no se logra en otros recipientes. Además se puede emplear en el horno o en los fuegos.
Además retienen la comida caliente durante un buen rato, son una manera preciosa de llevar los alimentos a la mesa y sirven para guardar la comida sobrante en la nevera.
Así que te animo a que te hagas con uno y comiences a usarlo. En España ya existen opciones buenas y económicas en los supermercados asiáticos.
Existen dos tipos fundamentales de ollas de barro, con el interior esmaltado y sin esmaltar. Yo prefiero el primero, que es más fácil de curar, de limpiar y que absorbe mucho menos los sabores de la comida.
También los hay con un asa grande o con dos pequeñas. Para mi es mejor el primero, pero reconozco que es más bien un asunto estético, y también que me resultan más fáciles de manejar.
Los hay con refuerzos de alambres metálicos en el exterior, que no solo ayudan a protegerlo, sino que hacen que el calor se distribuya homogéneamente por toda su superficie.
Si vas a comprar uno ten en cuenta estos datos; esmaltado o no, una o dos asas, y refuerzos metálicos.
Elige uno del tamaño adecuado para tu situación, y chequea que no tenga ninguna rotura o grieta visible.
Las ollas de barro parecen frágiles pero son muy resistentes. Solo necesitas cuidarlas con mucho cariño, quizá un poco más que al resto de tus cacharros. Si, se convertirá en la “niña mimada” de la cocina.
Si ya tienes uno sigue estos consejos;
Lávalo bien cuando llegues a casa, pero no uses un estropajo demasiado abrasivo en el interior esmaltado.
Sumérgelo completamente en agua durante una hora y déjalo secar a temperatura ambiente.
Hay gente que la primera vez que lo usa cuece arroz con bastante agua. Parece ser que de esa manera se “rellena” cualquier micro grieta que pudiera existir.
El principal enemigo de tu olla de barro son los cambios bruscos de temperatura. Si ocurren se rajará y tendrás que tirarlo. Así que se cuidadoso. Lo mejor es que antes de cocinar esté un rato a temperatura ambiente (en el caso de que estuviera en un armario frío o en la nevera). Si va a usarlo en el horno nunca lo precalientes antes, mételo dentro cuando esté aún frío para que vaya cogiendo calor gradualmente. Si usas el fuego ponlo al principio muy bajo y luego sube gradualmente. Pero nunca pongas el fuego alto, el barro es un gran conductor del calor y necesita una temperatura menor que cualquier otro cacharro.
Cuando termines de usarlo deja que se enfríe a temperatura ambiente. No lo metas en agua o correrá el riesgo de romperse.
Después de usado puedes lavar el interior con jabón y estropajo. Para el exterior que es poroso es mejor que solo uses el estropajo y agua.
Si se hubiera quedado algún olor en la olla hierve agua con unas hojas de té verde durante unos 10 minutos.
Espero que os animéis y compréis uno. En breve una receta en olla de barro!! Estilismo puro!
4 comentarios :
De acuerdo contigo, son hermosas y representan nuestras tradiciones. Yo cocinaba con ollas de barro en Caracas y puedo asegurar que todo queda mucho mejor. Me las traje en el contenedor para que atravesaran el Atlántico conmigo.....
Hola Elena! tienes toda la razón, representan algo y son muy bonitas! Y el sabor!!!
Espero que atravesaran bien el charco!
Abrazos,
Alex
Alex, ¿y tu mortero cingalés? ¿ha sobrevivido a las tribulaciones aéreas o aún no ha aparecido junto con las Lion Lager de contrabando? :):):)
Ola me gustó su introducción a las ollas de barro total mente de acuerdo gracias ahora ya sé cómo usar mi olla esmaltada china
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