30 HORAS EN PENANG, noodles, dim sum y 70 mil Skoll...



Foto; Loh Mee con su pata de pollo...



Apenas 30 horas en Penang y ya vuelven las viejas sensaciones. Cuanto amo esta ciudad. Como me gusta perderme por sus callejas y ver la gente y la vida que pasa delante mío.



Foto; El viejo y el nuevo Penang.

Llegué asustado por como hubiera cambiado en los dos años que he estado ausente. Y efectivamente la ciudad ha cambiado. La "horda" turística empieza a arrasar poco a poco con todo. Los hoteles crecen como hongos, las camisetas de tirantes son la moda, los menús de pizza y hamburguesa florecen. Y a la par desaparecen los viejos negocios y los antiguos "kopitiam" echan el cierre a generaciones de historia. 

Si queréis ver el mundo daos prisa. Porque en breve todo será exactamente igual. Un gigantesco parque temático destinado a exprimir vacas lecheras.  

Lo bueno es que siempre queda la posibilidad de irse a los callejones traseros para darse cuenta de que bajo la superficie Penang (y por suerte el resto de ciudades...) sigue vivo. 


Foto; Preparando churros en el mercado.

Ayer me levanté y paseé el genial mercado de Chowrasta. Al lado está el "kopitiam" de mi amigo Pang. Me pasé a visitarle e incluso movió un músculo de su cara al verme... Sus abuelos fundaron el café y el representa la tercera generación de emigrantes hainaneses que lo regentan. Café "blanco", tostadas con "kaya" (mermelada de coco y azúcar de palma) y sus famosos "Hainan Cha", noodles salteados con gambas y cerdo. No son los clásicos fideos secos a los que estamos acostumbrados en occidente, sino húmedos y cubiertos de una salsa muy sabrosa. Llevan exactamente 85 años preparando el mismo plato. Así que imaginaos si lo dominan...


Foto; Los noodles a la Hainanesa de mi amigo Pang.


Foto; Ateclando a Ganesh en Little India.

De allí me fui a pasear por Little India, una de mis zonas preferidas. En un dédalo de calles los emigrantes tamiles recrean, en limpio, un barrio del sur de la India. Un templo con "gopuram", puestos de guirnaldas, retratos de Sai Baba, té con leche y especias, vendedores de samosas y música de Bollywood a todo trapo. Me encanta este lugar.

Después de la caminata el hambre apretaba y entré en uno de mis "Nasi Kandar" preferidos. Un "Nasi Kandar" es un restaurante sur-indio musulmán, donde se sirven curries, arroz y chapattis. Desgraciadamente ayer el panadero estaba enfermo y tuve que pedir arroz. Lástima. Pero lo acompañé con dos deliciosos curries, uno de chipirones y el otro de ternera. Además un pickle de pepino y cebolla roja, picante y dulce, y un "teh tarik", té negro con mucha leche condensada. Felicidad absoluta.


Foto; El maravillo Nasi Kandar... Curry de chipirones... te imaginas??

Como no podía ser de otra manera de allí me fui a la siesta. Luego escritura y a correr junto al mar.

Por la noche llegó el desastre. Había quedado con Pang y su amigo Josh. Y estas cosas siempre acaban igual... Comida y uno o dos millones de cervezas. Esta vez fueron solo 700 mil. Skoll eso si, porque ellos tienen la teoría, falsa, de que esa cerveza "no da resaca". Ya os digo yo que es mentira. Acompañamos el trasiego con un plato increíble de oreja y tripas de cerdo guisadas en salsa de soja, canela y anís estrellado. Cuando la noche empezaba a torcerse Pang me llevo a su "club", uno de los más antiguos de Penang. Y si, hubo más Skoll y más charlas y una nebulosa comenzó a cubrirlo todo.


Foto; A pesar de la resaca Penang lucía así de bonito hoy.


Foto; Mirar que color tenía el zumo.

En palabras de Bea, "nochecitas alegres, mañanitas tristes..." Hoy me levante con 6 cabezas y re-comprobé que la Skoll si mata neuronas... Por suerte al lado de mi hostal hay un vendedor de zumos, y me tomé uno gigante de naranja y zanahorias.

Volví al mercado de Chowrasta y allí me di cuenta que para "superar" la situación era necesario llenar la barriga. Así que me encaminé a uno de mis restaurantes favoritos de dim sum. Por menos de 3€ cumplí mi objetivo... Té verde con jazmín, un bollito horneado con "char siu", unos "siao mai" envueltos muy ricos, y para terminar un plato pequeño de costillas al vapor con judías negras. Cuanta felicidad en un desayuno... Os lo juro. Cuanta.


Foto; Unos Siao Mai envueltos...

Casi recuperado me di otro paseo por el centro. Más mercados, viejos cafés, un templo Mahayana que me gusta mucho y algo de escritura.

Cuando llegó la hora de comer me fui a probar uno de los platos de noodles más famosos de Penang, "Loh Mee". Al lado del templo de la Diosa de la Misericordia hay un café que los lleva preparando desde el año 57. Ayer. Así que tuve que enjaretarme un buen bol. Y estaba bien rico. Raro, pero bueno. Un tazón de noodles de trigo y arroz mezclados, un caldo espeso, gelatinoso y oscuro, medio huevo cocido, y un montón de trozos de diferentes carnes, incluyendo una patita de pollo. Quien me iba mi a decir que a mi edad iban a gustarme las patas de pollo. Si mi madre me viera...

Y de esta manera tan prosaica han terminado mis primeras 30 horas en esta ciudad surrealista y maravillosa. Dentro de poco regreso a casa con las barbas de un naufrago y gordo como un tejón. Muy guapo eso si.

Me voy a arreglar que he vuelto a quedar con Pang. Más Skoll?

Abrazos desde Penang

CHOW MEIN DE POLLO, o la manera más sencilla de hacer unos noodles salteados





Hola a tod@s!!!

Acabo de llegar a Trang, una ciudad de provincias en el extremo sur de Tailandia. Siempre que se dice "ciudad de provincias" en cualquier país asiático significa un sitio polvoriento, dormido y en medio de ninguna parte. De esos que cuando llegas, y el tren se marcha detrás tuyo, exclamas, "pero que mierda hago aquí...". Trang no es una excepción. Que hago aquí. 

Pero bueno. Llegué a Bangkok desde Chiang Mai el viernes por la mañana, roto por 18 horas de asiento en un tren de 2ª clase. Pero en seguida me di cuenta que no me apetecía pasar ni un rato más allí. No es que Bangkok no me guste. Me gusta, y además la comida es increíble. Pero ya he pasado demasiado tiempo en sus atascos, y conozco sus humos, su tráfico y las caras de sus vendedores. Así que el sábado volví a hacer el petate y me embarqué en otro 2ª de camino al sur.

Como digo en Trang no hay mucho que hacer. Pero es una ciudad con una población muy mezclada, china, tailandesa budista, musulmana. Y tiene reputación de tener muy buena cocina y un mercado nocturno donde encontrar una buena representación de todas las cocinas regionales del país. Además, al haber tantos chinos, hay un buen surtido de viejos "kopitiams" y de restaurantes de dim sum.

Llegué esta mañana y después de un paseo un tanto fantasmal me desayuné-almorcé un delicioso "gaeng karee gai", un curry de pollo con patatas dulces, típico del sur. Y dentro de un rato, cuando baje un poco la chicharrera, me lanzaré a probar y descubrir cosas. Ya os contaré.

Hoy os dejo una receta que tenía en la recámara. Espero que os guste!!


Foto; Dos tipos de "nidos" de noodles secos de huevo.


“Chow Mein”, en cantonés, significa literalmente “noodles fritos”. Es una receta originaria de China que hoy se encuentra en cualquier parte del mundo. En China, por supuesto, pero también en países tan dispares como Nepal, India, Estados Unidos, Malasia...  En cada uno se adapta al país y sus peculiaridades y se le conoce con un nombre diferente; Chow Chow, Mee Goreng, Char Kway Teow, Pad Thai... 

En todos los casos es una receta sencilla, versátil y rápida. Uno de esos platos que gustan a todos y con los que es imposible fallar. Además es un plato de sobras, que se prepara con cualquier cosa que tengas a mano en la nevera.

Lo único importante para que salga perfecto es seguir unas pequeñísimas reglas. Se puede pedir más??? 

Se cocina en wok, pero una sartén pesada es igual de buena. Es importante que no lo sobrecargues, o la temperatura bajará y la comida se cocerá en lugar de saltearse. Lo mejor es que cocines 1 o 2 raciones de una vez. No más! Ten todos los ingredientes a mano y troceados. Recuerda que en un wok la temperatura y la brevedad son la esencia. Queremos que los alimentos estén cocinados, pero aún frescos, crujientes, llenos de color y sabor. Algo importante, ten siempre a mano un poco de caldo o agua. En pequeñas cantidades te servirá para bajar la temperatura del wok si algo se te esta quemando (esto puede pasar con el ajo). 


Mi chow mein favorito no existe. Depende del día, y sobretodo de lo que tenga en la nevera. Pero esta sería la esencia; noodles (en este caso yo empleo de huevo secos, pero cualquier otro de arroz o soja son perfectos), una base aromática de jengibre, ajo, guindillas, la proteína animal que tengas en la nevera, pollo, cerdo, gambas, y vegetales crujientes, zanahorias, brócoli, bok choy, maíz baby... La sazón es sencilla, normalmente solo soja clara, soja oscura y aceite de sésamo. 

Y recuerda lo más importante; "se heterodoxo". Cocina con lo que tengas en casa. Y disfruta mucho!!


Para 1 persona;

Ingredientes;

60 gr. de noodles de huevo secos
100 gr. de contramuslos de pollo en trozos finos
4 gambas peladas
1 cebolleta china picada
1/2 chile rojo en rodajas
1 cucharadita de ajo picado o ajo frito en aceite

La Marinada,

1 cucharadita de salsa de soja clara
Una gotas de aceite de sésamo
Pimienta negra

Vino chino
2 cucharadas de agua

2 cucharaditas de salsa de soja clara
1 cucharadita de salsa de soja oscura

3 setas siitake frescas (cualquier otra seta o champiñón es perfecto)
1/2 tallo de bok choy enano troceado
1/2 zanahoria en juliana
3 mazorcas de maíz baby troceadas

Pimienta blanca
Aceite de sésamo
Granos de sésamo tostado
Chiles en vinagre

Preparación;

Marina el pollo con la soja, el sésamo y la pimienta. Deja reposar unos 20 minutos.

Blanquea el bok choy y la zanahoria en agua hirviendo durante 2 minutos. Cuela y escurre.

Hierve los noodles el tiempo que indique el paquete. Refresca y escurre bien.

Y ahora llega el momento de cocinar. Pon el wok al fuego. Cuando  comience a humear añade un poco de aceite y distribúyelo bien por la superficie. A fuego suave saltea la cebolleta, el chile y el ajo unos segundos. Cuando comiencen a dorarse sube el fuego y añade el pollo y las gambas. Sella. Incorporar las setas y sofríe hasta que comiencen a ablandarse. Si fuera necesario moja con un poco de vino chino o agua para que se cuezan mejor.

Añade el bok choy, las zanahorias y el maíz, y rehoga 1 minuto a fuego fuerte.

Sazona con la soja clara y oscura e incorpora los noodles, mezcla bien y saltea durante otro minuto, hasta que todos los ingredientes estén bien ligados y aliñados uniformemente. 

Al final pon pimienta blanca y algo de aceite de sésamo. Sirve con granos de sésamo tostado por encima, y un plato con chiles en vinagre.

Que aproveche!!!





LAAB KHUA MOO, una ensalada de sangre e intestinos para empezar a conocer la cocina de Chiang Mai...


Foto; Mi festín de hoy. Grandioso...

Después de 2 silenciosas, pero atareadas, semanas en Camboya vuelvo a la carga. Desde Phnom Phem tomé un vuelo a Bangkok, e inmediatamente un tren a Chiang Mai, en el norte del país. Así que hoy se inicia mi segundo día por estas tierras.


Foto; Si pones 10 mil turistas en tirantes esto es Chiang Mai...

Hacía 11 años que no pisaba Chiang Mai, pero veo que las cosas no han mejorado, sino todo lo contrario. La mayor parte de la ciudad está orientada y "tomada" por los turistas. Todo son agencias de viajes, tours, visitas a las tribus, horas felices y dos por uno. El "Banana Pancake Trail" en estado puro.  

Pero yo a lo mío. No me interesan las mujeres karen con cuello de jirafa, ni las camisetas de tirantes. Solo busco comida local, rica y diferente.  En eso Chiang Mai también se asemeja a otros tugurios turísticos por el estilo, Siem Reap, Khao San, Phan Ngu Lao, donde la mayor parte de la comida "local" que ofrece es "farang friendly".. Es decir orientada al extranjero. No solo es menos picante o especiada, sino que ofrece los platos que a los "visitantes les gustan". Para que me entendáis, paella, tortilla y sangría... Si viajas como turista por toda Tailandia verás el mismo menú repetido hasta la saciedad; sopa tom yam, curry verde de pollo, ensalada de papaya, rollos primavera... Así un millón de veces.

Sin embargo estoy en el norte de Tailandia, y resulta que la mayoría de esos platos proceden del centro del país o del noreste Isaan. La cocina del norte, "Lanna", es muy diferente y esta muy influenciada por sus vecinos birmanos y laotianos. Menos leche de coco, menos picante, arroz glutinoso...


Foto; El interior monárquico del restaurante.

Siguiendo los consejos de "Eating Asia", el genial blog-biblia que tanto me gusta, busqué y encontré una pequeña casa de comidas en el centro de la ciudad, justo frente a la puerta de Tha Phae. Ningún signo en inglés en el exterior. Una modesta casa de comidas de las de toda la vida, regentada por 2 hermanas que sirven platos caseros del norte. En el exterior tienen un mostrador donde venden zumos de naranja a los miles de forasteros que pasan por allí. Los turistas no entran. Si acaso piden su zumo, curiosean el interior y se marchan. Que pena...

Tienen una carta muy breve de 7 platos, traducida someramente al ingles. Mesas de madera cubiertas con manteles de flores horteras. En las paredes amuletos budistas y las habituales fotos de los reyes.

Pedí Laab Khua Moo, una ensalada de cerdo típica de la región. Y le "rogué" a la muchacha que me trajera, por Dios, un platito pequeño de Gaeng Hang Lay, y un buen bol de arroz glutinoso. No sabía que me esperaba porque nunca había comido ninguno de los 2 platos...


Foto; Ajaja! La maravillosa ensalada!

Después del arroz llegó la ensalada, laab khua moo, que me dejó boquiabierto de lo deliciosa que estaba. Reconozco que esta ensalada no está hecha para los corazones débiles o melindrosos... Se prepara con carne de cerdo, asadura, pulmón, corazón, tripas, y un buen chorro de sangre porcina. A esto se le añaden bastantes especias y chiles secos fritos, canela, pimienta, cardamomo... Por encima chalotas y ajos fritos que le dan un toque crujiente muy rico. Se acompaña de mucho arroz claro, y hojas de col, albahaca y menta. A diferencia de su prima hermana, el laab Isaan, no lleva lima ni tampoco arroz tostado, menta o cilantro, así que su sabor es más bien ahumado, dulzón y con gusto a especias. Y pica, pica mucho. No penséis que soy ningún valiente que va bebiendo vasos de sangre fresca en mercados llenos de ratas y moscas. No. Pero sabéis porqué me encantó tanto la ensalada... pues porque parecía que estaba preparada con una de nuestras morcillas de cebolla, solo que aliñada a la tailandesa... Que cosa más rica de verdad. Se me saltaban las lagrimas y no podía parar de comer... 


Foto; Gaeng Hang Lay

El segundo plato, gaeng hang lay, es un curry de panceta de cerdo de origen birmano. Otra delicia... La carne marinada con una pasta de especias frescas y polvo de curry se cocina en agua hasta que esta tiernísima. Tiene el punto dulce del azúcar de palma y ácido de la pulpa de tamarindo que se añade al final de la cocción. También me supo muy rico.

La boca se me quedo dormida pero feliz. Los tailandeses tiene un proverbio que dice, "phet jon huu eu", o sea "está tan picante que me zumban los oídos"... Pues eso, que mañana vuelvo a por más...

Si pasáis por Chiang Mai y queréis hacer una pequeña prueba de la cocina del norte no dejéis de visitar este restaurante, Sornchan-Chiang Mai Food, en el 23 de Kotchasarn Road. Ah, no tiene signos en inglés, pero está al lado de una farmacia...