Foto; esas son las judías. La foto es pobre, porque tenía un hambre que no veas... El suelo es de la terraza de casa.
Muchas gracias a tod@s los que os habéis preocupado por mi salud todos estos días. Gracias.
Ya estoy mucho mejor, aunque aún no puedo trabajar... What to do...
Así que paso mis días muy agradablemente. Ya he sido capaz de dejar de tomar diazepán, un medicamento del "averno", pero a la vez riquísimo y tentador. Satanás! En solo 4 días casi me engancho...
Como digo las jornadas pasan dulces. Me dedico a escribir para el nuevo libro, ando un poco, reposo, leo libros del Buda, termino de leer Dersu Uzala, veo películas, me siento sensible, visito a los viejos amigos a los que tenía algo olvidados, me echo a perder un domingo en La Latina... Ah, y también cocino un poco, pero poco.
Si, pero esto va a cambiar. Vuelvo a los fogones!
Después del temporal Madrid amanece ahora con ese sol tan especial que convierte el cielo en una lámina azul clara, llena de nubes gordas y... uff, no, acabo de asomarme a la terraza y tenemos una capa gris encima de nuestras cabezas...
Vamos a otro tema.
Siempre me fascinó la cocina de antes del descubrimiento de América. Una alacena sin tomates, ni pimientos, guindillas, maíz, patatas, judías... Ahora desde luego es inconcebible un pisto sin tomate, unas sopas de ajo sin pimentón, una tortilla de patatas hueca, una fabada des-alubiada, o unos pimientos rellenos sin envoltorio...
Al menos en toda la cuenca del Mediterráneo se conocía una judía desde tiempo inmemorial, la carilla. Esa humilde alubia chiquita y blanquecina, con un ojito negro en su centro. Me gustan, pero no se porqué hoy día no están muy de moda, han perdido su lugar por otras especies más famosas.
El otro día las vi en el mercado tan simpáticas en su saquito de arpillera, que decidí que había llegado el momento de hacerles un poquito de justicia.
En India si son populares y económicas, como el resto de legumbres, que siempre se combinan con un cereal, bien arroz hervido o trigo en forma de chappattis.
Una Bhuna, en el norte de la India, es un guiso un tanto seco, en el cual las especias se han frito previamente. En este caso al tener que cocerse las judías es algo más caldoso.
Como he dicho que este es un regreso a la cocina, comienzo hoy con un plato sencillo y muy pedestre. Algo que os podríais encontrar en una sencilla "dhaba" en cualquier poblacho del Punjab.
Disfrutad!
Ingredientes;
125 gr. de judías carilla remojadas toda la noche (podéis prepararlo con cualquier otro tipo de legumbres)
1 cucharadita de comino en grano
1 pizca grande de asofétida
1/2 cebolla en juliana fina
1 cucharada de pasta de ajo-jengibre
1/2 cucharadita de copos o polvo de chile
1/2 cucharadita de cúrcuma
2 tomates maduros pelados y picados
1 cucharadita de Garam Masala
1/2 cucharadita de azúcar
Sal
Cilantro fresco
Preparación;
En una cazuela calentar un par de cucharadas de aceite. Añadir los cominos y cuando comiencen a saltar poner la cebolla y la asofétida. Sofreír hasta que empiece a dorarse.
Incorporar la pasta de ajo-jengibre y luego las judías, la cúrcuma y el chile. Después de saltear 1 minuto pon los tomates, el garam masala y el azúcar. Déjalo todo junto otros 3 minutos para que se vaya formando una salsita espesa. Pon la sal.
Moja con agua, tapa y deja cocer a fuego lento hasta que las carillas estén tiernas. Si tuviera demasiado líquido o estuviera deslavazado puedes aplastar algunas judías e incorporarlas para espesar.
Antes de apagar el fuego añade el cilantro picado, da un par de vueltas y sirve bien caliente.
Muchas gracias a tod@s los que os habéis preocupado por mi salud todos estos días. Gracias.
Ya estoy mucho mejor, aunque aún no puedo trabajar... What to do...
Así que paso mis días muy agradablemente. Ya he sido capaz de dejar de tomar diazepán, un medicamento del "averno", pero a la vez riquísimo y tentador. Satanás! En solo 4 días casi me engancho...
Como digo las jornadas pasan dulces. Me dedico a escribir para el nuevo libro, ando un poco, reposo, leo libros del Buda, termino de leer Dersu Uzala, veo películas, me siento sensible, visito a los viejos amigos a los que tenía algo olvidados, me echo a perder un domingo en La Latina... Ah, y también cocino un poco, pero poco.
Si, pero esto va a cambiar. Vuelvo a los fogones!
Después del temporal Madrid amanece ahora con ese sol tan especial que convierte el cielo en una lámina azul clara, llena de nubes gordas y... uff, no, acabo de asomarme a la terraza y tenemos una capa gris encima de nuestras cabezas...
Vamos a otro tema.
Siempre me fascinó la cocina de antes del descubrimiento de América. Una alacena sin tomates, ni pimientos, guindillas, maíz, patatas, judías... Ahora desde luego es inconcebible un pisto sin tomate, unas sopas de ajo sin pimentón, una tortilla de patatas hueca, una fabada des-alubiada, o unos pimientos rellenos sin envoltorio...
Al menos en toda la cuenca del Mediterráneo se conocía una judía desde tiempo inmemorial, la carilla. Esa humilde alubia chiquita y blanquecina, con un ojito negro en su centro. Me gustan, pero no se porqué hoy día no están muy de moda, han perdido su lugar por otras especies más famosas.
El otro día las vi en el mercado tan simpáticas en su saquito de arpillera, que decidí que había llegado el momento de hacerles un poquito de justicia.
En India si son populares y económicas, como el resto de legumbres, que siempre se combinan con un cereal, bien arroz hervido o trigo en forma de chappattis.
Una Bhuna, en el norte de la India, es un guiso un tanto seco, en el cual las especias se han frito previamente. En este caso al tener que cocerse las judías es algo más caldoso.
Como he dicho que este es un regreso a la cocina, comienzo hoy con un plato sencillo y muy pedestre. Algo que os podríais encontrar en una sencilla "dhaba" en cualquier poblacho del Punjab.
Disfrutad!
Ingredientes;
125 gr. de judías carilla remojadas toda la noche (podéis prepararlo con cualquier otro tipo de legumbres)
1 cucharadita de comino en grano
1 pizca grande de asofétida
1/2 cebolla en juliana fina
1 cucharada de pasta de ajo-jengibre
1/2 cucharadita de copos o polvo de chile
1/2 cucharadita de cúrcuma
2 tomates maduros pelados y picados
1 cucharadita de Garam Masala
1/2 cucharadita de azúcar
Sal
Cilantro fresco
Preparación;
En una cazuela calentar un par de cucharadas de aceite. Añadir los cominos y cuando comiencen a saltar poner la cebolla y la asofétida. Sofreír hasta que empiece a dorarse.
Incorporar la pasta de ajo-jengibre y luego las judías, la cúrcuma y el chile. Después de saltear 1 minuto pon los tomates, el garam masala y el azúcar. Déjalo todo junto otros 3 minutos para que se vaya formando una salsita espesa. Pon la sal.
Moja con agua, tapa y deja cocer a fuego lento hasta que las carillas estén tiernas. Si tuviera demasiado líquido o estuviera deslavazado puedes aplastar algunas judías e incorporarlas para espesar.
Antes de apagar el fuego añade el cilantro picado, da un par de vueltas y sirve bien caliente.