Me
he propuesto escribir dos veces por semana en el blog, y lo pienso
cumplir. Pero estamos a viernes y todavía con estos pelos...(esto
último es figurado claro...)
He
llegado a Saigón después de unos días de sainete. Solo a mi se me
ocurre coger el camino difícil y largo. Me recuerda a los nepalíes,
que cuando tienen que elegir entre subir una cuesta o no subirla...
siempre, siempre tirarán para arriba... Verdad Anna...
Bueno, pues en lugar de tomar la carretera de la costa decidí subir hacia las montañas.
Y
me fui en una tartana horrible, infinitas horas de viaje en una lata
de sardinas. Pero tuvo sus recompensas. Llegué a Pleiku, y de allí
a Buon Ma Tuot, y fue curioso, pero no encontré ni un solo guiri en
varios días. Ni tampoco casi nadie que hablará inglés. Estuvo
bien. Lo que mas gusto en aquellas tierras fueron mis pelos de las
piernas. Asombraba ver a mucha gente mirándome las canillas. Y es
que hay que reconocer que a piernas bonitas, pocos me superan.
También
di mucho miedo a algunos niños. Esto no lo comprendo.
Después
de 4 semanas dando tumbos por Vietnam ya he conseguido ser adicto a
varias cosas que me hacen sentirme casi como en casa.
La
primera adicción es el café. Y mira que yo no soy nada cafetero.
Todo lo contrario, soy amante declarado y fervoroso del té. Verde y
sin azúcar si puede ser. Pero, pobre de mi, de repente he encontrado
el café vietnamita, y su manera de tomarlo. Su café es fuerte y muy
aromático, normalmente tostado y molido con granos de maíz.
Aunque
también está el reputado café de comadreja. Si, ese que dan a
comer a esos animalillos, y después de ca...lo, pues lo limpian,
secan y tuestan. Tiene un aroma y sabor especiales. Yo lo probé hace
unos años y estaba bueno...
Yo
siempre pido un “café sua da”, es decir un café negro con leche
condensada y mucho hielo. Lo que nosotros llamaríamos un café
bombón. Algo que en España es una manera poco habitual de tomar el
cafetito diario, aquí es la norma.
Un
pedazo de vaso lleno de un líquido espeso, que más que a café sabe
a caramelo... Para morirse de gusto... A veces pienso en el brebaje
que algún día tomo en mi barrio con los churros y me dan ganas de
llorar...
No
puedo pasar sin el. Hasta que me di cuenta, claro, que mis problemas
para dormir no venían de otro lugar sino de este brebaje. Ahora ya
solo tomo uno cada dos días. Y muy de mañana...
Pero es que está muy bueno. Además, al igual que comer en la calle, es sobretodo un acto social.
En Vietnam están enamorados de su café fuerte e intenso, y también de reunirse en torno a uno con los amigos, para charlar, jugar a damas o dejar pasar el tiempo. Los cafés son realmente animados en cualquier hora del día, pero especialmente a primera hora de la mañana, y también cuando el sol se va retirando.
Es
barato, rico, agradable, y se pueden aprender un buen montón de
cosas sobre el pueblo vietnamita.
No dejéis pasar la ocasión si venís por aquí.
Recordad;
Cafe
Sua Da- Café con hielo y leche condensada. Predomina el café.
Bac Xiu- Lo mismo, pero más leche que café.
Besos
y abrazos desde el sur de Vietnam. En unos días cruzare al país de
los Khmeres!!
que pintaza tiene ese Sua Da...aunque a estas horas no seria muy recomendable....me recuerda al café birmano....practicamente lo mismo, pero seguro que con otro aroma y sabor...
ResponderEliminarEs un gusto y un placer lo que puede hacer y crear un simple cafe a su alrededor....
Acabas de encontrar la conexión murciano-vietnamita con el café bombón. Habría que investigarlo.
ResponderEliminarEn mi isla, "Cortado".
ResponderEliminarY desde que los peninsulares nos enseñaron a distinguir "cortado-condensada".
Si sigue siendo corto pero se le añade un chorrito de leche natural también: cortado "leche y leche"
Si es en vaso estrecho y un poco más largo: "barraquito" (y aquí ya puedes añadirle canela, limón y licor si gusta).
Los isleños, de natural goloso, es el que prefieren desde primera hora de la mañana... Hasta hace poco, el café sólo solo en casa ;)
En fin, que te re-encontré el otro día, pensé dejarte un mensaje pero ahora ya no estoy tan segura de haberlo hecho.
Estoy feliz por volver a leerte... aunque la carrerilla que llevas me ha pillado de sorpresa, y me quedé un poco atrás.
Ya estoy, te sigo, y te dejo un abrazo. Con mucho cariño.
Ollinauj,
ResponderEliminarpues si, se parece al birmano. Buenisimo!!
Max, los murcianos por todas partes!! Bien!!
Adormidera guapa!! No sabes la alegría de volver a verte por aquí. Os he extrañado!
Un besazo inmenso!