El pueblo se llama Swata, y esta en las faldas del Annapurna Sur.
Me encanta llegar allí, porque entonces ya hemos dejado atrás las etapas mas duras del trekking. Se ha terminado el frío glacial, el viento, las caminatas siempre hacia arriba, siempre más, el mal dormir y el congelarse por las noches.
Justo frente al pueblo, a un par de horas de marcha, se encuentra el camino principal del Annapurna Round. La "romería" del trekking, el campo y playa de las montañas...
Pero Swata aún esta fuera y lejos de todo eso. No hay turistas, no hay tea houses con creppes de plátano, ni tampoco niños que extienden la mano para pedir.
Swata es solo un pequeño pueblo del Himalaya. Lo habitan gentes Magar, tiene campos de mostaza amarilla, un par de templos, un campito de fútbol recién construido, maíz, casas con porche, abuelos recelosos y niños amables.
No hay nada que hacer allí. Si acaso pasear antes del atardecer, recuperar la vida como los caracoles al sol, charlar con los lugareños...
Existe una pequeña fonda con 3 hermanas simpáticas y coloradas como manzanas. Muy guapas. Siempre me invitan a pasar a la cocina, donde ya están los porteadores bebiendo racksi y fumando. Me siento al calorcillo de las brasas y tomo aguardiente sonriendo con ellas.
El último mes de octubre el grupo llegó cansado y feliz al pueblo. Nos descalzamos, pisamos las baldosas frescas, nos sentamos con los ojos entrecerrados al sol y nos metimos una mano de cervezas...
La cerveza Everest es una de mis favoritas entre todas las de Asia. Es ligera y buena. Además viene en un botellón de 625 ml. con una etiqueta evocadora, donde se ve a Tenzing Norgay coronando el Everest. Me encanta!
Ese día pedimos unos momos que tardaron en servirnos una eternidad. Cuando llegaron ya estábamos cantando "Asturias patria querida"...
Aún así mereció la pena. Era la primera vez que comía momos de carne seca de búfalo. Normalmente se rellenan con pollo o verduras frescas, pero las chicas emplearon lo único que tenían a mano, el sukuti massu, la carne seca que preparan cada Dasain (te acuerdas...).
Momos, achar de tomate picante, cerveza Everest y el sol que empieza a esconderse tras el Daulagiri.
Ummmh, que día más rico...
Me encanta llegar allí, porque entonces ya hemos dejado atrás las etapas mas duras del trekking. Se ha terminado el frío glacial, el viento, las caminatas siempre hacia arriba, siempre más, el mal dormir y el congelarse por las noches.
Justo frente al pueblo, a un par de horas de marcha, se encuentra el camino principal del Annapurna Round. La "romería" del trekking, el campo y playa de las montañas...
Pero Swata aún esta fuera y lejos de todo eso. No hay turistas, no hay tea houses con creppes de plátano, ni tampoco niños que extienden la mano para pedir.
Swata es solo un pequeño pueblo del Himalaya. Lo habitan gentes Magar, tiene campos de mostaza amarilla, un par de templos, un campito de fútbol recién construido, maíz, casas con porche, abuelos recelosos y niños amables.
No hay nada que hacer allí. Si acaso pasear antes del atardecer, recuperar la vida como los caracoles al sol, charlar con los lugareños...
Existe una pequeña fonda con 3 hermanas simpáticas y coloradas como manzanas. Muy guapas. Siempre me invitan a pasar a la cocina, donde ya están los porteadores bebiendo racksi y fumando. Me siento al calorcillo de las brasas y tomo aguardiente sonriendo con ellas.
El último mes de octubre el grupo llegó cansado y feliz al pueblo. Nos descalzamos, pisamos las baldosas frescas, nos sentamos con los ojos entrecerrados al sol y nos metimos una mano de cervezas...
La cerveza Everest es una de mis favoritas entre todas las de Asia. Es ligera y buena. Además viene en un botellón de 625 ml. con una etiqueta evocadora, donde se ve a Tenzing Norgay coronando el Everest. Me encanta!
Ese día pedimos unos momos que tardaron en servirnos una eternidad. Cuando llegaron ya estábamos cantando "Asturias patria querida"...
Aún así mereció la pena. Era la primera vez que comía momos de carne seca de búfalo. Normalmente se rellenan con pollo o verduras frescas, pero las chicas emplearon lo único que tenían a mano, el sukuti massu, la carne seca que preparan cada Dasain (te acuerdas...).
Momos, achar de tomate picante, cerveza Everest y el sol que empieza a esconderse tras el Daulagiri.
Ummmh, que día más rico...
Madre mía! Esa cerveza ha despertado mi lado más aventurero. Me he comprado unos bastones para caminar; estoy un poco floja y con ellos se camina mejor por el bosque. Aún no los he estrenado pero cuando lo haga, lo haré por la ladera de Seegraben (la montallita de las antiguas minas de carbón) y cuando llegue a casa me abriré una Gösser... Por Alex, Prost!
ResponderEliminarummh, que bien! me encanta andar por el monte.
ResponderEliminarComo decía mi abuela "me da la vida"!
Que tal todo Mai, y el peque?
Un besazo enorme,
Alex
Como me gusta todo lo que cuentas....y que suerte poder estar viajando....es de las cosas que mas hecho en falta...pero suerte que te tenemos y nos vas contando....yo tambien abro una cervecita a tu salud y a la de Mai.
ResponderEliminarbesos
No me digas! jajajaja! yo suelo decir "me da mucha vida" pero es que tiendo a ser exagerada con lo que da buen rollo y el campo, es mucho; desatasca el alma en un ratito, no hay que ir muy lejos:-)
ResponderEliminarMi peque está hecho un granuja! llevamos unos días con los caminos cruzados y todo lo que quiere hacer es justo lo que mamá no quiere. Cuando empiezo con mi charla a lo germano (cara neutra y tono determinante) me dice: mami, un beso... me lo da, y dice "hala, adiooos"
¿De quién habrá sacado eso?
Hala, adios!
Abrazos y cariño a saco
cuando he leido tu comentario de 'Como decía mi abuela "me da la vida"!'... pensaba que te habias referido a esas "cañitas" de 625ml... jejejejeje
ResponderEliminarun abrazo... espero que vayas mejor!
jejeje¡¡¡ que recuerdos de aquel dia...mmm...pero te olvidas que era de bajada...ahhh...temerosas bajadas.
ResponderEliminarpero si al final de aquel cansado dia, bonito por cierto, un apacible "pueblecito", bello paraje.
jejej lo que se hicieron de esperar aquellos momos, y eso que solo veiamos preparar momos y mas momos, pero al final llegaron los nuestros, mmmmmmmm...picantonees.
namaste.