El lamprais es uno de los platos emblemáticos de Sri Lanka. Y una de mis comidas favoritas...
Se prepara combinando dentro de una hoja de plátano una base de arroz al ghee, una pieza de curry de pollo, brinjal pahi (encurtido de berenjenas), seeni sambol (sambol de cebolla dulce), una albóndiga de pescado y un huevo duro frito. Después se hornea unos minutos para que todos los sabores se mezclen y aromaticen con el gusto ahumado de la hoja.
Se dice que su origen es holandés, quienes lo llamaban “lomjprist”. Aunque me resulta extraño imaginar que un plato tan colorido provenga de la gastronomía holandesa. Lo mas lógico es que lo llevaran a Sri Lanka desde sus colonias de Malasia, Java o Sumatra, lugares donde existen platos similares.
Es una de las especialidades principales de la minoría Burgher, los descendientes de los europeos que aun residen en Sri Lanka.
Es un plato de fiesta que exige una larga preparación, así que hoy en día es normal que se encarguen.
Hace algún tiempo tuve la suerte de ir a cocinarlos con la señora Chamali, en Colombo 7. Armado de ilusión me presente en su casa a las 6 de la mañana. La “señora” y 4 cocineras tamiles cocinaban sin pausa y sin duda, haciéndome probar una buena cucharada de cada curry ardiente.
Lo normal es que para probar se pongan unas gotas de salsa o un pedazo de comida en la palma de la mano. Así que un par de horas después del alba mi mano derecha estaba achicharrada y mi estomago vacío en carne viva…
Se prepara combinando dentro de una hoja de plátano una base de arroz al ghee, una pieza de curry de pollo, brinjal pahi (encurtido de berenjenas), seeni sambol (sambol de cebolla dulce), una albóndiga de pescado y un huevo duro frito. Después se hornea unos minutos para que todos los sabores se mezclen y aromaticen con el gusto ahumado de la hoja.
Se dice que su origen es holandés, quienes lo llamaban “lomjprist”. Aunque me resulta extraño imaginar que un plato tan colorido provenga de la gastronomía holandesa. Lo mas lógico es que lo llevaran a Sri Lanka desde sus colonias de Malasia, Java o Sumatra, lugares donde existen platos similares.
Es una de las especialidades principales de la minoría Burgher, los descendientes de los europeos que aun residen en Sri Lanka.
Es un plato de fiesta que exige una larga preparación, así que hoy en día es normal que se encarguen.
Hace algún tiempo tuve la suerte de ir a cocinarlos con la señora Chamali, en Colombo 7. Armado de ilusión me presente en su casa a las 6 de la mañana. La “señora” y 4 cocineras tamiles cocinaban sin pausa y sin duda, haciéndome probar una buena cucharada de cada curry ardiente.
Lo normal es que para probar se pongan unas gotas de salsa o un pedazo de comida en la palma de la mano. Así que un par de horas después del alba mi mano derecha estaba achicharrada y mi estomago vacío en carne viva…
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