Foto;Singapur, modernidad y tradición.
Me encanta Singapur. Me siento feliz cada vez que piso sus calles.
Y eso que la primera vez que llegué sentía prevención y desconfianza… Esperaba encontrar una urbe mastodóntica, moderna y falta de personalidad, un bazar ridículo de todo a 100… Pero no.
Es cierto que es una ciudad moderna, que tiene rascacielos que rasgan el cielo del trópico, y que sus hombres de negocios caminan encorbatados entre miles de centros comerciales…
Pero también es un resumen de Asia. Una amalgama fantástica de razas, culturas e historias.
Una metáfora.
Foto; Niños malayos comiendo y tomando batidos.
Y junto al cemento y las prisas subsisten algunos barrios antiguos y llenos de sabor, Chinatown, Little India, Katong, Arab Street… Soportales, parques, mercados coloridos y una sociedad multiétnica que sabe convivir con un mínimo de tensiones.
Y además, para un enamorado de la cocina asiática, es el paraíso en la tierra.
Los singapureños aman comer, lo consideran el pasatiempo nacional al que dedican tiempo, cariño y esfuerzos. Singapur es un culo de botella al que llegaron durante siglos emigrantes de todas partes del continente, buscando huir de la miseria.
A su puerto arribaron chinos, tamiles, srilankeses, birmanos, indonesios, filipinos… Aquí se quedaron y aquí cocinaron.
La comida asiática en la ciudad es lo más autentica posible, muchas veces mejor que en sus países de origen. En ello les va el negocio. Es tanta y de tal calidad la competencia que a ningún cocinero se le ocurriría inventar para mal.
He paseado mil veces por Little India, subiendo perezoso por Serangon Road, visitando mercados, viendo a las mujeres tamiles comprar oro, comiendo dosas y especialidades vegetarianas.
Foto; Dickson Road, en Little India.
Tuerzo por Dickson Road pensando que esto es como Madrás pero en limpio… y estoy seguro que nunca comí mejor comida surindia, ni en Kochí ni en Chennai... Appam, currys ácidos de pescado, birianis, tabernas de Sri Lanka, cuartuchos nepalíes para comer un “dal baat” surtido y sabroso…
Sigo andando, y tras pasar la mezquita Abdul Gafoor llego a Arab Street. Malayos, pakistaníes, indios fatimíes… todos se dan cita aquí.
Callejas, bares con sisa, restaurantes norindios… es difícil probar comida Paddang como esta. Sayur lodeh, rendang de ternera, lontong de arroz comprimido… pero si cruzo North Bridge Road encuentro a los “pakis” gritones, voceando chappatis y curries deliciosos. Nunca me resisto a una “dalcha” o una korma de cordero. Como consiguen que la carne este tan tierna…
Foto; Puesto de patos lacados.
Y Chinatown con sus mil restaurantes chinos. Hokkiens, Teochews, Hakkas, Cantoneses, preparando especialidades deliciosas e impronunciables.
Las ofertas en Singapur parecen no acabar nunca. Podría ir a Kattong a comer su famosa Laksa,o a un bar de Dim Sum, o entrar en un Kopitian y desayunar koppi con tostadas y “kaya” de huevo y coco…
Foto; Casas típicas Peranakan, en el barrio de Kattong.
Y los Peranakan, “los chinos de los estrechos”, con sus restaurantes elegantes y su comida refinada y ardiente. Y la carretera de la playa donde sirven algunos de los platos nacionales de la isla, cangrejos al chile y a la pimienta…
Aún quedan por probar restaurantes de Szechuan, Birmanos, Thais, Filipinos, Newaris, Balineses, Vietnamitas, Laotianos… alguien da más…
Es Singapur, donde dicen que la gente solo vive para comprar y para comer…
Me encanta Singapur. Me siento feliz cada vez que piso sus calles.
Y eso que la primera vez que llegué sentía prevención y desconfianza… Esperaba encontrar una urbe mastodóntica, moderna y falta de personalidad, un bazar ridículo de todo a 100… Pero no.
Es cierto que es una ciudad moderna, que tiene rascacielos que rasgan el cielo del trópico, y que sus hombres de negocios caminan encorbatados entre miles de centros comerciales…
Pero también es un resumen de Asia. Una amalgama fantástica de razas, culturas e historias.
Una metáfora.
Foto; Niños malayos comiendo y tomando batidos.
Y junto al cemento y las prisas subsisten algunos barrios antiguos y llenos de sabor, Chinatown, Little India, Katong, Arab Street… Soportales, parques, mercados coloridos y una sociedad multiétnica que sabe convivir con un mínimo de tensiones.
Y además, para un enamorado de la cocina asiática, es el paraíso en la tierra.
Los singapureños aman comer, lo consideran el pasatiempo nacional al que dedican tiempo, cariño y esfuerzos. Singapur es un culo de botella al que llegaron durante siglos emigrantes de todas partes del continente, buscando huir de la miseria.
A su puerto arribaron chinos, tamiles, srilankeses, birmanos, indonesios, filipinos… Aquí se quedaron y aquí cocinaron.
La comida asiática en la ciudad es lo más autentica posible, muchas veces mejor que en sus países de origen. En ello les va el negocio. Es tanta y de tal calidad la competencia que a ningún cocinero se le ocurriría inventar para mal.
He paseado mil veces por Little India, subiendo perezoso por Serangon Road, visitando mercados, viendo a las mujeres tamiles comprar oro, comiendo dosas y especialidades vegetarianas.
Foto; Dickson Road, en Little India.
Tuerzo por Dickson Road pensando que esto es como Madrás pero en limpio… y estoy seguro que nunca comí mejor comida surindia, ni en Kochí ni en Chennai... Appam, currys ácidos de pescado, birianis, tabernas de Sri Lanka, cuartuchos nepalíes para comer un “dal baat” surtido y sabroso…
Sigo andando, y tras pasar la mezquita Abdul Gafoor llego a Arab Street. Malayos, pakistaníes, indios fatimíes… todos se dan cita aquí.
Callejas, bares con sisa, restaurantes norindios… es difícil probar comida Paddang como esta. Sayur lodeh, rendang de ternera, lontong de arroz comprimido… pero si cruzo North Bridge Road encuentro a los “pakis” gritones, voceando chappatis y curries deliciosos. Nunca me resisto a una “dalcha” o una korma de cordero. Como consiguen que la carne este tan tierna…
Foto; Puesto de patos lacados.
Y Chinatown con sus mil restaurantes chinos. Hokkiens, Teochews, Hakkas, Cantoneses, preparando especialidades deliciosas e impronunciables.
Las ofertas en Singapur parecen no acabar nunca. Podría ir a Kattong a comer su famosa Laksa,o a un bar de Dim Sum, o entrar en un Kopitian y desayunar koppi con tostadas y “kaya” de huevo y coco…
Foto; Casas típicas Peranakan, en el barrio de Kattong.
Y los Peranakan, “los chinos de los estrechos”, con sus restaurantes elegantes y su comida refinada y ardiente. Y la carretera de la playa donde sirven algunos de los platos nacionales de la isla, cangrejos al chile y a la pimienta…
Aún quedan por probar restaurantes de Szechuan, Birmanos, Thais, Filipinos, Newaris, Balineses, Vietnamitas, Laotianos… alguien da más…
Es Singapur, donde dicen que la gente solo vive para comprar y para comer…
Ya veo la amplia gama de probabilidades de cómo de todo un poco,.. gracias por las fotos,.. una desde aqui lo vé tan lejos,.. que es cómo si me transportaras a otro mundo.
ResponderEliminarBueno esta noche haré las Pakoras,.. me falta la col,.. ( se me olvidó comprarla, sé que no es lo mismo pero le pondré calabacín también,..la cebolla escasa jeje ) ya te cuento esta noche, besitos bego
Que fotos!
ResponderEliminarMe encantan los edificios de colores de la primera!
Bego!!! Como van tus pakoras!!!
ResponderEliminarQue nervios!
Marilu, muchas gracias.
Si, me encantan esos edificios. En genral en Singapur existen muchos contrastes de este tipo.
Además existe una ley que obliga a que cada edificio este ocupado por gente de todas las étnias que viven en la isla.
De ese modo se evitan guettos y se fomenta la convivencia entre comunidades.
un besazo,
Alex
jeje.. ya te contesté en ese artículo,.. muy bien,.. la próxima vez espero que me salgan mejor,.. ( guiño )
ResponderEliminarEso de convivir todos juntos me parece genial,.. porque aqui.. ya sabemos lo que pasa,...y es una pena,.. besitos bego
I disagree. Singapore is definitely not the Mecca for asian food. Malaysia is! :P lol.
ResponderEliminarQue maravilla de lugar, sin lugar a dudas es un paraíso de la gastronomía en la tierra. Sus contrastes entre moderno y tradicional me facinan, estar allí debe ser una experiencia de vida.
ResponderEliminarGracias por trasladarnos en la imaginación hasta esa ciudad fastástica.
Mil gracias ....
Hey, Salt And Turmeric... maybe you,ve reason, but I never went to Malysia...
ResponderEliminarno problem... I can answer you in some days. In april I,ll be in Penang, Kl and Melacca...
Any recommendation? I want to do some cooking courses. Do you know any?
Thank you very much dear!
Monge realmente S,pore es una ciudad fascinante y muy interesante.
Un abrazo fuerte,
Alex
yo insisto en que Singapur es la mca de la cocina asiatica....aunque Malasia está a la par....es cierto...
ResponderEliminarhttp://www.visitesingapur.com
Hermosas fotos, fenomenal reporte de tus andanzas. Me alegra que lo estés disfrutando. Un abrazo
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