“Es imposible seguir con el insensato consumo del mundo occidental, que ahora extiende sus codiciosos tentáculos por todo el globo. El precio, cuya mayor parte pagarán nuestros hijos, es demasiado alto. Solo actuando unidos, negándonos a comprar alimentos que se han sazonado en secreto con venenos y dolor, podemos enfrentarnos al poder empresarial que envuelve el mundo.
Juntemos las manos. Hablemos por quienes no tienen voz y por los pobres. Defendamos nuestro derecho, como ciudadanos de democracias libres, a volver a tomar las riendas de la producción de alimentos. Sembremos todos juntos las semillas de una cosecha mejor, capaz de generar otra manera de vivir.”
Extracto de un libro imprescindible y concienciador, “Otra manera de vivir. Cuando la comida importa” de Jane Goodall. Leedlo...
Juntemos las manos. Hablemos por quienes no tienen voz y por los pobres. Defendamos nuestro derecho, como ciudadanos de democracias libres, a volver a tomar las riendas de la producción de alimentos. Sembremos todos juntos las semillas de una cosecha mejor, capaz de generar otra manera de vivir.”
Extracto de un libro imprescindible y concienciador, “Otra manera de vivir. Cuando la comida importa” de Jane Goodall. Leedlo...
Alex,
ResponderEliminarNo conocía el libro “Otra manera de vivir. Cuando la comida importa”
Me lo apunto, las palabras que acabo de leer dan vueltas en mi cabeza hace mucho tiempo... Está en cada uno de nosotros hacer algo para cambiar los hábitos de alimentación y de consumo que estamos llevando. Comprar en las tiendas pequeñas, en los mercados y no en las grandes cadenas... Vigilar que estamos comiendo, consumir frutas y verduras biológicas, de temporada, que hayan visto el sol y hayan vivido en la tierra...
Hola Sol,
ResponderEliminarsi, el libro es genial.
Tienes razón en lo que dices. Además añadiría otra cosa, comer mucha menos carne (o no comerla en absoluto), y si es posible que fuera de animales criados en unas condiciones dignas, y sin antibioticos, hormonas, grano transgenico...
El sábado estuve en casa de unos amigos comiendo. Los niños pedñian aquarius para beber, y comieron hamburguesas compradas en un super. La carne tenía, no exagero, menos de 10 colorantes y conservantes...
Hay que recuperar el control de lo que comemos. Hay que volver a cocinar en casa. Hay que negarse a comprar precocinados. Hay que educar a nuestros hijos. Hemos de educarnos nosotros mismos.
Aquí estamos.
Que tal por Barna?
un besazo madrileño,
Alex
Hola Alex!!! No conocía el libro pero me lo apunto para leerlo. La verdad es que comemos demasiado de todo, sobre todo demasiada carne (o por lo menos yo eso percibo), tengo una amiga que SOLO come filete con patatas(estamos hablando de 32 años de edad y aún así....), conozco a mucha gente a la que las verduras no le gustan (eso sin apenas probarlas, ¿será por el color???), yo procuro comprar en las tiendas de mi barrio o ir una vez por semana al mercado de Mostenses (me encanta y está muy bien de precio) pero muchas veces no me da tiempo..... eso si los precocinados no entran por la puerta de mi casa pero no nos engañemos soy una rara excepción entre las amistades que tengo......(y mi compañera de trabajo es otra rara excepción, menos mal!!!)
ResponderEliminarBesos!!!!
Salvia, es así...
ResponderEliminarparece que nos preocupamos de mil cosas que son o nos parecen importantes. Y sin embargo lo que entra a nuestro estomago, lo que nos alimenta y nos nutre no nos importa un c...
es decir mientras sepa bien... no queremos saber ni oir nada sobre esos alimentos.
Me sorprende. Tambien me sorprende que en los coles no existe una asignatura llamada "alimentación".
Claro sería demasiado politicamente incorrecto decir que la leche no es la maravilla que nos cuentan, que la carne esta contaminada, que los animales y las verduras estan llenas de pesticidas, herbicidas, antibioticos...
En resumen que existe otra manera de comer más sana, ecológica, natural, y con menos impacto sobre la tierra.
Si, el mercado de los Mostenses... lo amo!
yo viví en la C/ San Bernardino 3 años y siempre compraba allí.
Muchos besos,
Alex
Desde luego ya no sabemos ni qué comemos,... yo peco de no leer etiquetas más que la caducidad,.. quizás porque me horrizaría ver todos los condimentos que traen y no precisamente naturales.
ResponderEliminarEn mi casa la verdad que la carne que más se come es el pollo,... procuro que coman verduras, aunque sea en tipo cremas,.. y el pescado es lo que más me cuesta,... ( y más sabiendo lo contaminado que está el mar )
Ojalá la gente sea más conciente,...entre ellas yo misma, besitos bego
Me encanta el cuadro de Hokusai que has puesto de cabecera, vi una exposición suya hace años en Londres.
ResponderEliminarMe haré con el libro y lo leeré parece interesante...yo intento comprar en los pequeños negocios, aunque tambien tengo que decir que las tiendas biologicas son carísimas y no todo el mundo puede hacer su compra diaria en ellas, una familia normal de 4 por ejemplo aqui llenar la cesta de la compra diaria puede resultar carísimo! tambien desgraciadamente a este tipo de tiendas órganicas se están poniendo de moda y por una tonteria que te venden por ejemplo un paquete de maiz orgánico te vale el doble que el mismo paquete de maiz órganico comprado en una gran superficie.
Salu2
Crisushi
Hokusai, que maravilla y que belleza!
ResponderEliminarCris, es cierto que los productos organicos son muy caros. Pero lo son precisamente porque aún es una minoría quien los consume. Es una pescadilla que se muerde la cola.
De todos modos yo tampoco tengo dinero para comprar ecológico. Pero si trato de comprar menos carne, y tambien directamente comprar menos por mejor.
Creo que siempre podemos hacer algo, sobre todo cuando hay tanto en juego.
No hablamos de conceptos abstactos y a largo plazo, sino de nuestra
salud hoy y mañana.
Un besazo,
Alex
Muy de acuerdo con la idea de base.
ResponderEliminarAhora cuento una conversación que tuve el otro día en un mercado del agricultor (trato directo) y espero que nos haga ser un poco más críticos.
Bien, después de recorrer varios puestos, los mayores evidentemente no cumplían esta condición de trato directo agricultor-consumidor, sino intermediario-c., empezando porque vendían frutas y verduras que aquí no se dan, me decido por uno pequeñito con seis o siete productos pero en buenísimas condiciones: precio y aspecto.
Allí me empieza a contar el chico que lo que vende es de cultivo biológico. E igualmente me agradece que le haya elegido pese a su mala situación, ya que el resto de los habituales le han dado la espalda por poner precios tan económicos y le han relegado a una colocación poco ventajosa (advierto que "supuestamente" la libertad de precios a la baja es total)
Bien, según él, los precios que ha marcado a lo expuesto cubren perfectamente todos los gastos de producción y le dan un más que suficiente y justo margen de ganancias. Me cuenta que, de hecho, él suele suministrar a los otros vendedores, pero que le parece vergonzoso lo que hacen con nosotros, ya que con una simple y correcta organización de sus sembrados, protege de plagas y favorece su desarrollo, y que tampoco gasta en productos fitosanitarios biológicos, sino que él mismo prepara sus remedios, abaratando muchísimo la inversión.
Tengo que concretar que sus precios estaban muy por debajo de los de los puestos de agricultura tradicional, y por supuesto, la diferencia crecía espectacularmente frente a los etiquetados como biológicos.
Yo no sé cómo se puede hacer para evitar esta picaresca. Lo siento mucho, no me caso con nadie, y me parece que sinvergüenzas hay en todos los sectores. Mientras la integridad como persona no se imponga, los que prefieren biológico seguirán pagando la "novatada", salvo en contadas ocasiones, claro.
Me da mucho coraje. Y tienes razón, Alex, con que a menos demanda, más altos los precios. Pero es que ya no es sólo eso.
Yo por ahora procuro ir cuando puedo a mercados, y cada vez más pequeños. De vez en cuando peco por exigencias de la nevera que me grita o por algún capricho yerbero de productos que no he catado nunca. (...) Bueno, vale, también con la inquietud que me metes en el cuerpo, jajajaja, por probar cositas distintas. Pero para eso también me espero a viajar a Tenerife, donde hay comunidad extranjera, y pequeños comercios de productos auténticos de allí.
Sigo pensando que comprar a productores cercanos, cocinar sencilla y organizadamente, preferir negocios locales, valorar el trabajo de los agricultores de la zona y enseñar a comer y cocinar sin caprichos es lo que podemos ir haciendo. Siendo cada uno responsable de sí mismo y exigente en cuanto a lo que paga.
Volveré a leerlos por si alguien ha puesto algo más que se me pase por alto.
ah, sí, tema carnes... yo no soy vegetariana pero mi paladar prefiere esos sabores y mientras pueda, prefiero seguir moviéndome en el reino vegetal. También le hago caso a mi cuerpo que, normalmente, está inapetente a determinados sabores. Ahora, cuando me entra el antojo, le doy gusto por si acaso. Y la cosa es que va bien. ASí que tienes razón, necesitamos muchísimo menos de lo que creemos, y quizá también deberíamos intentar escucharnos un poco más, al cuerpo y al sentido común.
En fin, que ya me he liado y con esta ventana tan chiquita ya no sé ni lo que he dicho.
Un besito y gracias por informarnos siempre de estas novedades. Yo no diré que lo busque, porque probablemente se me olvide al cerrar esta ventana, pero si lo veo, seguro lo recordaré.
Gracias. Un abrazo
Adormidera,
ResponderEliminarcuanta razón tienes. Pero desde luego cualquier cambio de conciencia o empieza por cada uno o no será más que otro bluff.
Todos los "ismos" políticos fracasaron porque hicierón hincapiéen un cambio de estructuras, pero no personal.
La picaresca en este país es horrible. La detesto. En Japón se admira a los samurais. Unos personajes cuyas máximas eran la honradez, la lealtad, el sacrificio. Aquí se venera al Lazarillo de Tormes...
Me gusta mucho lol qedices de escuchar al cuerpo.
Si no eres vegetariano esta bien, pero no estaría mal reducir el consumo de carne, y el despilfarro enloquecido en el que estamos.
Hacemos una cosa chiquita?
Porque no dejamos de coger bolsas de plático en el super...
Besazos,
Alex
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe expliqué mal y cuando intenté arreglarlo, lo hice aún peor. Por eso borro la anterior entrada.
ResponderEliminarDigo que lo hice mal porque lo que realmente acepta mi cuerpo tiene que ver más con el mundo vegetal. No me llamo vegetariana porque no lo soy. Disfruto cuando alguien me invita, o si me entra la necesidad imperiosa -que suele indicar un bajón en mis reservas de hierro-, o como la última fiesta agotadora de noche, que me zampé el perrito caliente que mejor me ha sabido desde la última vez, hacía año y medio.
Me atrae menos, nunca aprendí a cocinarla bien, en casa apenas se compra salvo cuando hay invitados, o algo de pollo de vez en vez. No sabría decir porque va por temporadas... quizá un par de comidas al mes, o un antojo.
Quién lea puede pensar que el bajo índice de hierro podría venir por ahí. Atajo hacer cábalas que tanto merman energía diciendo que no. Que son otros problemas de mi organismo. Tomo bien de gofio, legumbres y todo el verde que, salvo las cabras, una persona normalita puede comer.
y digo que podemos estar bien con muchísimo menos (y en este momento sólo me refiero al plano alimenticio) porque mis analíticas así lo reflejan.
Bien, ahora ya me quedó mejor explicado lo que quería decir.
Recojo tu idea de las bolsas, y pienso en hacerme alguna con un precioso sol, que ayer se veía nítido en el cielo al escribirte, y hoy aparece cubierto de calima, pero estar, está. Y la bolsa, todo un acierto.
(Otra contradicción... en locales de comercio de productos biológicos, tratamientos médicos alternativos, terapias varias... en qué te suelen poner las compras que haces? Al menos las que yo conozco: en bolsas de plástico. Curioso, verdad?. En fin, contigo estoy en que empieza en cada uno, empecemos-sigamos nosotros pues)
Gracias a ti.
Adormidera, guapa!
ResponderEliminarTe entendí bien lo que decías. Estoy de acuerdo porque a mi también me pasa.
El necesitar menos carne y comerla de un modo mas esporadico.
Me siento mejor comiendo de otra manera.
Sabes, en Madrid compro en una tienda de productos ecologicos que tiene una buena solución.
La gente deja allí bolsas usadas que no necesita, y si algún cliente no lleva su propio capazo puede coger una de esas bolsas.
Me parece una buena solucion. Quizá puedas proponerselo a tu tienda. Estoy seguro que aunque al principio fuera un poco raro, al final la gente estaría mas contenta.
un besazo y gracias por participar. Es un placer!
Alex