Increíble, ya 5 de julio. Como
pasa el tiempo!! Parece que fue ayer cuando regresé de Malasia, y resulta que
ya casi me marcho a Costa Rica…
Aunque el calor sigue pegando hoy
os presento una receta que puede parecer de invierno, una sopa de noodles. Sin
embargo esa división, platos de frío-platos de calor, siempre me ha parecido un
poco rara, propia de nuestros países occidentales. En Asia, donde habitualmente
el clima siempre es cálido y húmedo, las sopas, los platos calientes, y el
picante están a la orden del día. Nadie se extraña por tomar una sopita
caliente en un día abrasador. En realidad sirven para equilibrar las
temperaturas del cuerpo y el exterior, haciendo que nos sintamos más frescos.
En Vietnam los noodles son parte
diaria de la dieta, y las sopas el plato preferido para el desayuno. De norte a
sur del país se pueden encontrar docenas de especialidades regionales
diferentes y deliciosas. Pho, Bun Bo Hue, Mi Vanh Thanh, Mi Vit Tiem…
Algunas son muy historiadas y
complejas de preparar. Por ejemplo los Pho requieren un caldo con muchas carnes
y especias, además de multitud de complementos y hierbas. Son, sobretodo, un
plato de calle, pero que raramente se prepara en casa.
Sin embargo la sopa de hoy es
sencilla e ideal para preparar cuando tienes un poco de caldo de pollo que ha
sobrado. Los acompañamientos pueden variar dependiendo de lo que tengáis en la
cocina. Como siempre digo en los cursos, “sed heterodoxos cocinando!”… Pero le
viene muy bien carne de pollo del propio caldo, setas y hongos chinos, chalota
frita, cebolleta, gambas…
Los noodles que empleo se llaman
Mien en vietnamita. Aquí los conocemos como “noodles de celofán”. Al contrario
que otros tipos de fideos, de arroz o trigo, estos se preparan con almidón de
judías mungo. Normalmente siempre se remojan antes de emplear, y son ideales
para sopas o salteados, porque absorben muy bien otros sabores. Son fáciles de
encontrar incluso en el Corte Inglés. Os recomiendo que compréis los que vienen
en varios manojos separados, atados con un cordel. Son duros y resistentes, así
que no es fácil cortarlos si están en un solo haz.
Para 2 personas;
Ingredientes;
2 tazas de caldo de pollo
(casero!)
100 gramos de pollo cocido
80 gramos de noodles de Celofán
remojados en agua caliente unos 3 minutos
2 cucharaditas de salsa de
pescado o salsa de soja clara (ten cuidado porque depende de lo sabroso que
esté el caldo)
Una pizca de azúcarPimienta negra recién molida
4 setas siitake rehidratadas y troceadas
1 “oreja de madera” rehidratada,
sin la parte dura central y troceada
Chalota frita
Ajo fritoCilantro picado
Cebolleta picada
Unas gotas de aceite de sésamo
Chiles en vinagre
Calentar el caldo. Cuando rompa a
hervir sazonar con la salsa de pescado, azúcar y la pimienta.
Añadir el pollo, los noodles, las
setas y hongos y el chile. Dejar cocer suavemente hasta que los noodles estén
en su punto.
Servir
en boles individuales y decorar con cilantro, chalota, ajo frito y cebolleta.
Sazonar con el sésamo. Servir con rodajas de chile en vinagre.
4 comentarios :
Que bien se ve esa sopa, apenas para estos días lluviosos aquí en Costa Rica.
Gracias Oscar!!
En unos días estoy en Chepe!! Pura Vida mae!
Alex, ¡te odio! (Perdón, es un arrebato de envida que me corroe). Ufff, ¡quién pudiera estar ahora en Costa Rica!
Que buena pinta la sopa, espero encontrar la oreja de madera. Supongo que hacer esta sopa con cualquiera de las variedades que encuentre en el meracado no será lo mismo, pero bueno, tendré que probar.
Garcias y feliz viaje.
Mar Gil
Que pinton Alex, como apetece, sabores limpios y exoticos... YUM!
Publicar un comentario