BUN CHA, ¿Arde Ha Noi?


Foto; el ventilador, las brasas, la parrilla, y la dueña...
Son las 11 de la mañana en Hanoi. La calle está colapsada, caótica, en ebullición. Como casi siempre. De repente el humo comienza a salir de las callejas, de los rincones, de decenas de pequeños hornillos de carbón encendidos a ras de suelo.

El aire, viciado por el humo de las motos, comienza a llenarse del aroma delicioso de la carne asada.
Parece que Hanoi a comenzado a arder... ha llegado la hora del Bun Cha...

Aunque el Pho se lleve la fama, la autentica “estrella” de la comida callejera de Ha Noi es el Bun Cha. Especialmente a la hora de comer.

Un plato extraño y delicioso. Albóndigas de carne de cerdo y magro marinadas, cocinadas a la brasa, servidas dentro de un bol con salsa de pescado diluida y trozos de papaya y zanahoria encurtidos.

Al lado se sirve el omnipresente plato de hierbas aromáticas, un buen montón de noodles fríos y cuencos con chile y ajo picados.
Como en tantos platos vietnamitas “la manera” de comerlo es realmente importante. En este caso se adereza el caldo con ajo y guindilla, y se sumergen noodles y verduras aromáticas. Así se pueden ir comienzo pedazos de albóndiga o magro, junto con fideos, encurtidos y hierbas. Todo templado.

Foto; un rico bol de Bun Cha.

Personalmente este es uno de los platos que más me gustan de la cocina del norte de Vietnam.

Es la hora de la comida, y los locales comienzan a llenarse. A ras de suelo los clientes esperan hambrientos e impacientes. Los camareros comienzan a trajinar entre las mesas.

Acuclillado, el dueño se afana en avivar las brasas ayudado de un viejo ventilador. La gran humareda y el olor delicioso son el mejor reclamo para los transeúntes de la calle.

Es un autentico placer sentarse a compartir el almuerzo en un puesto de bun cha. Los noodles ligeramente gomosos, la carne dulzona y especiada, el caldo con ajo y chile... Los vietnamitas sorben fideos de un modo curioso y a menudo comparten su bun cha con un plato de Nem Ram, los rollos de carne de cangrejo fritos. El modo de comerlo es el mismo.

Si venía a Ha Noi no dejéis de comer esta especialidad!

Ahora estoy por el centro de Vietnam. Mañana marcho hacia las montañas del centro, a visitar a los “montagnards”.

Abrazos a tod@s!!

5 comentarios :

Maite (Mai) dijo...

Esta manera de montar una parrilla a ras del suelo me ha recordado a las barbacoas de algún inmigrado de los Balcanes y cercanías que por aquí hay muchos -a los latinos casi ni se nos ve- decía: cavan un hoyo en el suelo, introducen una sartén tipo paya muy profunda y la rellenan de carbón. Una rejilla encima y listo. A los lugareños más cerrados con tendencia a la mentalidad de ladrillo se les antoja más como una obra de salvajismo que de puro placer culinario y parece que el asunto ha sido en alguna ocasión tema de conflicto "hacen hogueras en el jardín y vanos a salir todos ardiendo!"...ya sabes, europeito educado no come chuleta si no se compra una barbacoa y un extintor:-)

Así que por un momento he jugado a inventarme el mundo y me he imaginado una Viena llena de parrillas improvisadas en el suelo con los ventiladores a todo trapo, llenas de Bun Cha y salchichas, claro! que no es cuestión de invadir a los productos autóctonos...

Ya ves que mente tan retorcida tengo:-D pero son las 9 de la mañana hace un sol maravilloso y la nieve se ha terminado de derretir. La gente se ha echado a la calle con las bicis que chirrían de pasar estos meses congeladas en las casetas y garajes... y yo me voy también a sacarla un rato y dejar que chirríe a placer:-)

Besos y buen viaje. Avisa de que has llegado bien,

fabala dijo...

Que gratos recuerdos al leerte ahora que ya ha pasado casi un año desde que estuve en Hanoi, pero con las olores a comida que hacían las calles no podia, se me quitaba el hambre. Me acostumbre al bullicio de las calles, las motos por todas partes, pero la zonas de comidas las evitaba, no pude probar nada por las calles, solo en los restaurantes.

Mayte dijo...

Hace tanto que no venía...me encanta recorrer contigo esas partes desconocidas de los sabores, los aromas, los paisajes...siempre es un placer.

Besos.

Anónimo dijo...

Qué agradable manera de recordar los paseos por Hanoi. Tu descripción me ha hecho revivir aquellos días, el follón de las motos, los olores, las sonrisas de los vietnamientas, el picoteo en la calle, la alegría y los juegos de los niños. Ayyyy, no sé que daría por pisar de nuevo esas tierras.
Buen viaje.
Mar

Anónimo dijo...

Es un deleite leer tus historias porque através de ti conocemos lugares de lo más lejanos y que son maravillosos, gracias por compartirlas, saludos desde el nuevo continente.